En los últimos días, Reino Unido, Canadá y Australia reconocieron al Estado palestino, un movimiento sin precedentes entre aliados históricos de Estados Unidos. Francia planea sumarse durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, mientras que Bélgica anunció que hará lo mismo próximamente.
El reconocimiento se da en medio de la crisis humanitaria en Gaza, donde la ofensiva militar israelí ha provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas. Organismos como una comisión independiente de la ONU y la Asociación Internacional de Estudiosos de Genocidio han concluido que las acciones de Israel en Gaza constituyen un genocidio. El Programa Mundial de Alimentos advirtió sobre una hambruna “totalmente provocada por el hombre” dentro del territorio.
El primer ministro británico, Keir Starmer, había advertido en julio que reconocería a Palestina si Israel no tomaba medidas sustanciales para mejorar la situación humanitaria. Por su parte, Canadá y Australia condicionaron su reconocimiento a compromisos de la Autoridad Palestina, incluyendo la celebración de elecciones en 2026, la exclusión de Hamás de la competencia política, la desmilitarización y el reconocimiento del derecho de Israel a existir en paz y seguridad.
En Bruselas, el canciller Maxime Prévot anunció que Bélgica formalizará el reconocimiento, condicionado a la liberación de rehenes capturados en 2023.
Con estas decisiones, más de 140 países reconocen a Palestina como Estado, incluidos China, India, Malasia, Rusia, Barbados, España y Eslovenia. Portugal y Luxemburgo impulsaron recientemente una declaración para revitalizar la solución de dos Estados, mientras que Nueva Zelanda evalúa dar el mismo paso.
No todos los aliados de Washington acompañan la medida: Italia y Alemania ya adelantaron que no planean reconocer a Palestina. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel criticó la decisión de los países que sí reconocen a Palestina, señalando que “premian a quienes utilizan el terrorismo como herramienta política”.