Por: Edgardo Mejía
La tercera semana de octubre reviste características muy particulares en el contexto geopolítico centroamericano, especialmente desde la perspectiva de los escenarios comerciales y de cooperación internacional. En El Salvador, la embajadora de ese país en Estados Unidos, Milena Mayorga, anunció durante un evento en Washington D.C. que el país contará con un Banco Bitcóin, un proyecto que avanza pese a que el gobierno salvadoreño acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) reducir su exposición a la criptomoneda. Esta decisión vuelve a colocar al presidente Nayib Bukele y su política financiera en el centro del debate internacional.
Mientras tanto, en Honduras, la atención se concentra en el proceso electoral. En respuesta a una invitación del Gobierno de la República y del Consejo Nacional Electoral (CNE), la Unión Europea ha desplegado una Misión de Observación Electoral (MOE-UE) para acompañar las elecciones generales del próximo 30 de noviembre de 2025. La presencia de observadores internacionales refuerza el compromiso del país con la transparencia y la democracia, en un momento político clave para la región.
En Nicaragua, el foco internacional vuelve a estar sobre el régimen de Daniel Ortega. En el marco del aniversario del Ministerio del Interior, el gobierno ascendió a seis funcionarios, entre ellos Julio Orozco, quien fue promovido al rango de comisionado general pese a estar acusado por la ONU de cometer actos de tortura. Esta decisión ha sido interpretada como un desafío directo a los organismos internacionales y evidencia el aislamiento diplomático del gobierno nicaragüense.
Por su parte, Costa Rica acaparó titulares internacionales al colaborar con la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos en una operación que culminó con la detención de un oficial de policía activo y tres hombres más, acusados de traficar toneladas de cocaína desde Colombia hacia México y Estados Unidos. Las autoridades costarricenses ya iniciaron los trámites de extradición, reforzando la imagen del país como un socio clave en la lucha regional contra el crimen organizado.
En contraste con los conflictos políticos y de seguridad, Panamá ofrece esta semana una nota positiva. La empresa GPO Vallas, líder global en soluciones de comunicación exterior y sostenibilidad urbana, anunció la llegada de su plataforma Haz Eco al país canalero, como parte de su expansión internacional. Con presencia en varios mercados latinoamericanos, la compañía reafirma su compromiso de impulsar un futuro más limpio y sostenible a través de la innovación en publicidad exterior, consolidando a Panamá como un polo de atracción para la inversión verde en la región.

