Por Dany Díaz Mejía
En los últimos años, las organizaciones de derechos humanos en El Salvador se han adaptado creativamente a lo que Human Rights Watch describe como un entorno hostil para los defensores de los derechos humanos. Los problemas recientes comenzaron en marzo de 2022, cuando las pandillas mataron a 87 personas, aparentemente al azar, durante un solo fin de semana. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, respondió con una represión que esencialmente desmanteló las pandillas que habían gobernado el país durante décadas. Sin embargo, esta nueva seguridad ha tenido un alto costo.
En los últimos dos años, el gobierno, que ha operado bajo un estado de emergencia desde 2022, ha arrestado a alrededor del 1% de su población. Los arrestos incluyen a miembros de pandillas, pero también a personas inocentes. Para empeorar las cosas, un informe reciente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos estableció que las prisiones ahora están superpobladas en al menos un 130%, los reclusos carecen de acceso a atención médica y, cuando los detenidos mueren bajo custodia, las familias no son informadas.
La detención injusta de hombres de Espíritu Santo
Muchas organizaciones de derechos humanos han adaptado su trabajo para responder al creciente número de violaciones de derechos humanos que ocurren en el país. Por ejemplo, el Centro de Solidaridad Internacional (CIS), que ha estado trabajando en El Salvador durante más de 30 años, ha ampliado su trabajo de desarrollo económico para convertirse en un defensor muy público de las personas que han sido encarceladas injustamente.
Recientemente, el CIS ha estado trabajando arduamente para liberar a 22 hombres de la isla de Espíritu Santo, una pequeña comunidad pesquera. La razón de los arrestos sigue siendo un misterio, particularmente porque la isla es una de las pocas comunidades en El Salvador que ha logrado mantener alejadas a las pandillas. Trabajando con un abogado defensor durante meses, lanzando una campaña muy intensa en las redes sociales y animando a periodistas para cubrir el caso, el CIS ha logrado hasta ahora que algunos de los 22 hombres sean liberados bajo medidas sustitutivas a la prisión.
Una parte crucial del éxito fueron los esfuerzos del CIS para ayudar a las familias de los hombres arrestados a reunir pruebas para apoyar su caso. Esto fue una parte importante del proceso porque, cuando eres arrestado, según la ley penal de El Salvador, si es poco probable que obstruyas la investigación en tu contra o huyas del país, un juez debe ofrecerte una alternativa a la detención preventiva. Puedes demostrar esto probando al juez que tienes fuertes lazos comunitarios, como una casa, un trabajo o una familia. Dado que estás detenido antes de tu primera audiencia, debes de apoyarte en amigos o familiares para reunir todas las pruebas relevantes.
Transformando experiencias de la vida real en una herramienta para navegar el panorama legal
A través de su trabajo con la comunidad de la isla Espíritu Santo, el CIS aprendió que hablar sobre sus seres queridos como parte de un proceso judicial era difícil para muchas familias. Leslie Schuld, directora ejecutiva del CIS, se preguntó entonces si un taller de narración de historias podría ayudar a las familias a hablar más abiertamente sobre sus seres queridos para apoyar sus solicitudes de medidas sustitutivas a la prisión. Leslie me llamó en octubre de 2024 para ayudar con esta idea.
Comencé revisando los paquetes de pruebas más sólidos de la isla y noté que las mejores solicitudes parecían incluir detalles específicos sobre las vidas de los detenidos, sus arrestos y apelaciones personales basadas en su carácter, como demostrar que eran buenos padres o parejas. Por ejemplo, Perla*, de 44 años, dijo esto sobre su esposo:
«El Sr. MANUEL ALEJANDRO GOMEZ CERNA*, mientras estaba libre, era responsable de recoger a su hija menor de la escuela…Se conocieron en la Isla Espíritu Santo, en el municipio de Puerto El Triunfo, departamento de Usulután, y han vivido toda su vida en esta isla debido a su tranquilidad y porque la isla no está afectada por pandillas. Ella afirma que el Sr. MANUEL ALEJANDRO GOMEZ CERNA es un hombre trabajador, muy responsable en casa, humilde y de raíces cristianas».
Para fomentar respuestas más detalladas, sugerí crear un formulario estandarizado. También agregué una sección especial en el formulario sobre cómo fue arrestada la persona, lo cual era crucial porque en casos como los de la isla, la policía no tenía órdenes de arresto para ninguno de los 22 hombres. Más tarde, la policía acusaría a los hombres, sin pruebas, de pertenecer a asociaciones ilícitas. Esperábamos que los jueces pudieran ser más comprensivos con casos de arbitrariedad tan flagrante.
Como se ha demostrado que las listas de verificación reducen errores en muchos dominios, el nuevo formulario también tenía una lista de verificación de documentos que los amigos o familiares necesitaban reunir antes de la primera audiencia judicial. Si eres arrestado, los documentos que tus seres queridos deben reunir incluyen, entre otros, una carta muy detallada de tu empleador, indicando cuántas horas trabajas, cuánto te pagan y si te contratarán si eres liberado. O una declaración de vecinos que puedan hablar de tu trabajo en la ‘economía informal’. Por ejemplo, un vecino del Sr. Gomez Cerna* dijo esto sobre su trabajo:
«MANUEL ALEJANDRO GOMEZ CERNA* se dedica a la pesca artesanal y trabaja como asistente de construcción. También trabaja como zapatero, proporcionando trabajo de calidad a precios razonables. De su trabajo como zapatero, gana un ingreso diario de aproximadamente SEIS DÓLARES CON TREINTA Y CINCO CENTAVOS, que contribuye a las necesidades de la familia».
El contar historias como un acto de resistencia
Luego vino la parte más difícil. Necesitábamos una manera de motivar a las personas a dar ejemplos vívidos y específicos que mostraran a sus seres queridos como buenos ciudadanos. Sé por haber crecido en la zona rurale de Honduras que hablar bien de uno mismo o de la familia puede ser mal visto en Centroamérica. Pero, si queríamos crear solicitudes convincentes, tenía que hacerse.
Sugerí incluir una sección en el taller sobre la narración de historias, por qué es importante, cómo nos conmueve y cómo puede hablar de nuestros valores de manera más convincente que simplemente enumerarlos, así como una sección sobre una estructura básica de historia que los participantes pudieran practicar en pequeños grupos. Por ejemplo, uno de mis ejercicios pedía a los participantes que pensaran en un momento en que vieron a sus seres queridos anteponer las necesidades de otros a las propias, que describieran la situación, lo que hicieron y el efecto en su familia o comunidad.
Leslie impartió el taller en noviembre de 2024. Fue bien recibido por los participantes, quienes terminaron compartiendo grandes historias sobre sus seres queridos en lo que se convirtió en una especie de celebración pública. El personal del CIS transcribió los detalles clave de estas historias y los compartió con el abogado defensor, quien los convertirá en documentos que se pueden presentar a un juez. Aunque ser liberado bajo medidas sustitutivas no necesariamente lleva a una absolución posterior, significa que los acusados no tendrán que sufrir las terribles condiciones carcelarias y, como consecuencia, es probable que estén mejor preparados para el juicio. Esperamos continuar este importante trabajo organizando más talleres de narración de historias en el futuro.
Después, no pude dejar de pensar en el Cuento de la cebolla de Fyodor Dostoevsky en Los hermanos Karamazov. En la historia, una mujer está a punto de ser enviada al sufrimiento eterno a menos que pueda recordar una buena acción que haya hecho. Ella recuerda el momento en que dio una cebolla a alguien necesitado. Si me arrestaran arbitrariamente, ¿qué buena acción recordaría? ¿Y quién de mis seres queridos estaría listo para responder por mí? Como muestra la experiencia del CIS, las historias que contamos importan.
*Los nombres han sido cambiados para protección personal.
**La primera versión de este artículo apareció en Inglés en el blog del programa de becarios para la desigualdad social de la London School of Economics and Political Science (LSE)
Las opiniones expresadas en esta publicación son del autor y no reflejan necesariamente la posición del programa Atlantic Fellows for Social and Economic Equity, o el International Inequalities Institute,o la London School of Economics and Political Science.
