Con 23 diputados, Francisco Morazán es el departamento con mayor representación en el Congreso Nacional. En el actual periodo, nueve de estos parlamentarios son del Partido Libertad y Refundación (Libre), siete del Partido Nacional, cuatro del extinto Partido Salvador de Honduras, dos del Partido Liberal y uno de la Democracia Cristiana.
A falta de su declaratoria final, después de los agitados comicios del pasado 9 de marzo, prácticamente se conocen quiénes serán los 69 candidatos de los tres partidos mayoritarios que competirán por los 23 puestos en las elecciones de noviembre.
Tomando como partida la distribución actual del Congreso, entre los candidatos electos el pasado domingo, saldrá la gran mayoría de los próximos congresistas por Francisco Morazán (2026-2030). Por lo tanto, es necesario desde ya tener una mirada de quiénes compiten por estos curules.
De los 69 candidatos del tripartidismo que comparecerán en noviembre, once son diputados actualmente. En Libre, Hugo Noé Pino, Gustavo González (suplente de la Pichu), Jari Dixon, Marco Eliud Girón, Juan Barahona, Kritza Pérez (antes liberal) se apuntan por una reelección. En el Nacional, Lissi Cano, Johanna Bermúdez y Antonio Rivera Callejas; mientras en el Liberal, solamente Iroshka Elvir y Jhosy Toscano (ambos exintegrantes de Salvador de Honduras) pretenden estar cuatro años más en el Congreso.
Es decir, salvo quienes pretenden su reelección, hay cierta renovación en los rostros de los tres partidos, donde más del 8o% de sus candidatos podrían ser diputados por primera ocasión. Claro, el «rejuvenecimiento» de sus papeletas no implica un cambio de ideas, porque los caudillos que tienen detrás son los mismos de siempre.
Candidatos emparentados con funcionarios
Hasta ahora, Libre es el partido con mayores disputas internas luego de sus elecciones primarias. Su mismo jefe de bancada, Rafael Sarmiento, quien podría quedar fuera de la contienda, ha sugerido que ha habido irregularidades desde la corriente oficialista, el M28, para afectar la candidatura de otros precandidatos.
De los 23 candidatos de Libre en Francisco Morazán, quince pertenecen al M28, la corriente oficialista, un movimiento envuelto por el narcovideo publicado el año pasado, donde su excoordinador, Carlos Zelaya, aparece negociando fondos para la campaña electoral de la presidenta en 2012.
También, el diputado Bartolo Fuentes ha denunciado una supuesta compra de votos para favorecer a los precandidatos del M28 en el departamento de Yoro. Seguramente todas estas disputas se arreglarán bajo la mesa. El hecho es que la corriente oficialista arrasó a nivel nacional, con 91 de las 126 candidaturas del partido. Apenas trece provienen del FRP, en teoría, la línea más apegada al movimiento popular y social.
Su candidato más votado en las elecciones primarias es Hugo Noé Pino, actual vicepresidente del Congreso Nacional, una figura que con los años y debido a su lealtad con los caudillos de su partido, desvanece su imagen de ser un político crítico e independiente.
En la lista corta también han quedado cuatro candidatos que están emparentados con algún funcionario del Gobierno, como es el caso de Clara López, esposa del ministro de Desarrollo Social (Sedesol), la secretaría tramitadora del asistencialismo del Gobierno, una práctica tradicionalmente asociada a las campañas de los candidatos.
También resalta Carmen López Flores, la exsubsecretaria de Gobernación, Justicia y Descentralización (SGJD), sobrina de Enrique Flores Lanza. Beverly Alegría, hija del viceministro del Instituto Nacional Agrario (INA), Rafael Alegría. Y Mario Suazo, actual viceministro del Instituto de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados y Funcionarios del Poder Ejecutivo (INJUPEMP), hijo de Tatiana Lara, la directora de Ciudad Mujer.
Otro caso es el de Dassaev Aguilar Moncada, sobrino de la candidata presidencial y ministra de Defensa, Rixi Moncada, quien está quedando afuera de los 23 candidatos finales. En su disputa, él también argumenta encontrar anomalías que favorecen al candidato del M28, Marco Eliud Girón.
Si Libre repite con nueve diputados para las próximas elecciones, de acuerdo con los votos obtenidos en las primarias, estos serían: Hugo Noé Pino, Gustavo González (actual diputado suplente de la «Pichu»), Clara López, Carlos Eduardo Reina, Kritza Pérez, Carmen López, Marco Eliud Girón, Mohsen Melghem y Juan Barahona.
Afuera quedaría Jari Dixon, quien con su trayectoria tradicional partidista, ha ido borrando su pasado en la Huelga de los Fiscales de 2008, convirtiéndose en una pieza leal de los Zelaya.

Entre periodistas y señalados por corrupción
Si el Partido Nacional vuelve a sacar siete diputados en las próximas elecciones, de acuerdo con los resultados de las primarias, serían: Kilvett Bertrand, Arnold Burgos, Lissi Matute, Sara Estrada, Suyapa Morales Valeriano, Antonio Rivera Callejas y Johanna Bermúdez.
De estos siete candidatos, tres han utilizado los medios de comunicación como plataforma política. Kilvett Bertrand fue diputado luego de ser un comentarista deportivo; Arnold Burgos es un comunicador de HCH y Sara Estrada es una periodista radiofónica y ex relacionadora pública de la Fiscalía.
La diputada Lissi Matute, también exviceministra de la Secretaría de Desarrollo Social y delegada presidencial del Programa Vida Mejor durante la administración de Juan Orlando Hernández, ampliaría su periodo dentro del Congreso Nacional.
Matute es una ferviente cachureca que a pesar de haber sido la candidata mujer más votada a nivel nacional en las pasadas elecciones, carece de un discurso de género, sustituido por una prédica religiosa que la hace creer que el carácter reproductivo de las mujeres es «una obra de Dios».
Otro que continuaría en el Congreso, es Antonio Rivera Callejas, prácticamente el último sobreviviente de los tótems de su partido. Este sería su quinto periodo consecutivo en el Poder Legislativo, donde fue acusado en 2017 como presunto responsable del delito de falsificación de documentos públicos en el caso «Fe de erratas», investigado por la antigua Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH).
La lista la completaría Johanna Bermúdez, una de las más fieles representantes del conservadurismo político en Honduras, quien ha dicho que formar parte del Partido Nacional es «una bendición de Dios». Nombrada como designada presidencial para la precandidatura de Miguel Pastor en 2012, como congresista también fue una de las acérrimas adversarias de la MACCIH.
En octavo posición, debajo de Bermúdez, se encuentra Oswaldo José Ramos Aguilar, hijo del exdiputado Oswaldo Ramos Soto, quien fuera uno de los bastiones de la derecha hondureña, uno de los principales facilitadores de la empresa privada dentro del Estado.
Los «pesos pesados» quedan fuera
Con una mayoría de caras desconocidas, el movimiento de Salvador Nasralla arrasó en las planillas de Francisco Morazán, apuntando a sus 23 candidatos para las elecciones de noviembre. Su esposa, Iroshka Elvir ha sido la más votada.
Si se suman las cuatro diputaciones que sacó el Partido Salvador de Honduras en 2021, más las dos del Partido Liberal, en esta ocasión, podrían llegar a ser seis los congresistas electos por este partido. De acuerdo con las elecciones primarias, serían: Iroshka Elvir; la periodista Saraí Espinal; el seguidor de Trump, Edgardo Rashid Mejía Giannini; el exfutbolista Salomón Nazar; el exjefe de bancada del Partido Salvador de Honduras, Jhosy Toscano; y el expresidente del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), Rafael Canales.
De los 23 candidatos, salvo Elvir, Toscano y Luz Ernestina Mejía han tenido un recorrido previo por la política. Personajes como Beatriz Valle, Mario Villafranca, Edinora Brooks, Sobeyda Andino, Denis Castro Bobadilla, y Suyapa Figueroa, todos exdiputados e integrantes de la planilla de Jorge Cálix, han quedado fuera de la contienda.
Es decir, todo parece indicar que el Partido Libre, cada vez más Zelayista, le apuesta al fortalecimiento de sus familias políticas, a los leales de la pareja presidencial. Por su parte, el Partido Nacional sigue jugando sus cartas con el remanente de su vieja guardia; mientras tanto, el Partido Liberal, es probablemente, quien presente las caras más nuevas, arrastrados por un rostro que acumula cirugías políticas, como es el de Nasralla.
