Las letras del nombre “USAID” fueron desmontadas una a una este viernes de la fachada del edificio Ronald Reagan, en el corazón de la capital estadounidense, marcando el cierre definitivo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, tras la orden ejecutiva del presidente Donald Trump de desmantelar completamente la institución.
Fundada en 1963, USAID era considerada la mayor agencia de cooperación internacional del mundo. Contaba con un presupuesto estimado de 50 mil millones de dólares y más de 10,000 empleados en todo el planeta.
Desde el 3 de febrero, la sede permanecía cerrada luego de que todo el personal fuera enviado a casa vía correo electrónico, sin explicaciones públicas. Este viernes, el logotipo fue cubierto con una bolsa de basura negra, en un acto que selló el fin simbólico y real de más de seis décadas de historia diplomática.
El desmantelamiento forma parte del agresivo plan de recortes liderado por Elon Musk, exjefe de estrategia de gasto público en la segunda administración de Trump. Según el Gobierno, USAID era una entidad “ineficiente” y alineada a “ideologías globalistas”, además de haber desobedecido órdenes para suspender ayudas internacionales a ciertos países.
No obstante, organizaciones civiles han advertido que su eliminación dejará a millones de personas sin acceso a vacunas, alimentos y servicios básicos en zonas de crisis humanitaria.
De acuerdo con The New York Times, el 97% del personal será despedido. Solo 290 empleados permanecerán para labores administrativas mínimas.
El retiro del logotipo no fue solo un acto simbólico, sino el cierre de una era en la política exterior estadounidense.