El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condenó el domingo la reciente ofensiva rusa sobre territorio ucraniano, que dejó al menos 12 muertos y 79 heridos, y aseguró que su administración está evaluando la imposición de nuevas sanciones contra el gobierno de Vladímir Putin.
“Está matando a mucha gente, y no me gusta lo que está haciendo”, declaró Trump a periodistas en la Base Aérea Andrews, a su llegada a Washington tras pasar el fin de semana en su campo de golf en Bedminster, Nueva Jersey. “Lo conozco desde hace mucho tiempo, siempre tuve una buena relación con él, pero ahora está lanzando cohetes sobre ciudades y matando civiles. No me gusta nada”, afirmó.
Los ataques rusos se produjeron entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, en una de las jornadas más violentas del conflicto en las últimas semanas. Las autoridades ucranianas reportaron el uso masivo de drones y misiles contra zonas urbanas, en plena fase de implementación del acuerdo de intercambio de prisioneros firmado recientemente en Estambul, que contemplaba la liberación de 1.000 personas por parte de cada bando.
Consultado sobre posibles medidas en respuesta a esta nueva ofensiva, Trump respondió que las sanciones están sobre la mesa.
Absolutamente, estamos discutiéndolo. Estamos en plenas conversaciones, y él sigue disparando cohetes a Kiev y otras ciudades. Estoy muy sorprendido por su comportamiento.
Donald Trump, presidente de EE.UU.
Desde su regreso al poder en enero, Trump ha manifestado su disposición a mediar entre Rusia y Ucrania, aunque ha reiterado que la presión internacional se mantendrá mientras Moscú no muestre avances concretos hacia un alto el fuego.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también se pronunció tras los ataques, haciendo un llamado a la comunidad internacional, especialmente a Estados Unidos y Europa a reforzar las medidas de presión contra Rusia ante la escalada de violencia.
La comunidad internacional sigue de cerca la evolución del conflicto, mientras se intensifican los llamados a una respuesta coordinada frente a la creciente ofensiva rusa. Las próximas decisiones de Washington podrían marcar un punto de inflexión en los esfuerzos por contener la violencia y reactivar las vías diplomáticas.