Uno de los rituales más secretos de la historia: el cónclave está en curso y los cardenales buscan elegir al sucesor del papa Francisco. La elección entra este jueves en su segundo día, después de que la primera jornada concluyera sin resultado.
Desde primera hora de este jueves, los 133 cardenales electores retomaron el proceso. A las 7:45 horas locales (05:45 GMT), salieron de la residencia de Santa Marta, donde permanecen alojados en régimen de aislamiento, para dirigirse a la Capilla Paulina, ubicada a casi un kilómetro de distancia. Allí concelebraron la misa antes de ingresar nuevamente en la Capilla Sixtina.
La fumata negra que emergió de la Capilla Sixtina, ya en dos oportunidades, confirmó que ningún candidato alcanzó los dos tercios necesarios para ser elegido pontífice en las primeras tres votaciones.
De acuerdo con la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, en los tres primeros días del cónclave están previstas dos votaciones por la mañana y dos por la tarde.
Miles de personas se congregaron este jueves en la Plaza de San Pedro, bajo el cielo de Roma, en medio de oraciones, silencio reverente y momentos de conversación tranquila, a la espera de la señal que confirmara la elección del nuevo pontífice. Cuando el humo negro emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, la multitud, que seguía el momento a través de una pantalla gigante, reaccionó con una mezcla de resignación y esperanza renovada, sabiendo que al menos quedaban más rondas de votación por delante.
La escena en la plaza reflejaba la dimensión global del acontecimiento y el fervor que despierta el proceso de elección papal entre los fieles.
Los cardenales continúan con el proceso papal, mientras el mundo aguarda una fumata blanca que revele al sucesor de San Pedro.
En el corazón del Vaticano, los 133 cardenales electores afrontan hoy una jornada decisiva dentro del cónclave 2025, donde se elegirá al nuevo Papa, sucesor número 267 de San Pedro.
Cada día que pasa y cada votación que se celebra, la probabilidad de que sea humo blanco el que llene el cielo de Roma es mayor, por lo que muchos fieles, y sobre todo turistas y curiosos, no han querido perderse la oportunidad de vivir este momento histórico.
Historia
En la extensa historia de la Iglesia católica, solo dos papas han sido elegidos durante el mes de mayo, un hecho poco frecuente en los registros de los cónclaves.
El primero fue en 1342, durante el periodo conocido como el Cautiverio de Aviñón. El cónclave se inauguró el 5 de mayo en la residencia papal de Provenza y, tras solo dos días de deliberaciones, el cardenal Pierre Roger fue elegido sumo pontífice, adoptando el nombre de Clemente VI.
Su pontificado, que se extendió hasta 1352, se caracterizó por un fuerte impulso cultural, una política internacional activa y la adquisición de la ciudad de Aviñón, que pasó a ser propiedad de la Santa Sede.
El segundo caso ocurrió en 1605, cuando el cónclave se inició el 8 de mayo. Tras veintisiete votaciones, el cardenal Camillo Borghese fue elegido papa bajo el nombre de Pablo V.
Su gobierno eclesiástico, entre 1605 y 1621, marcó un periodo de afirmación del poder temporal y espiritual de la Iglesia, en plena época de la Contrarreforma.