El martes 18 de febrero, los ministros de Exteriores de Rusia y Estados Unidos, Serguéi Lavrov y Marco Rubio, respectivamente, sostuvieron un encuentro crucial en Riad, Arabia Saudita, con el objetivo de reducir las tensiones entre ambas potencias y explorar soluciones al conflicto en Ucrania. La reunión, que duró cuatro horas y media, fue la primera de alto nivel en años y marcó un paso importante para suavizar la relación bilateral, la cual ha estado marcada por más de una década de distanciamiento.
La cita se llevó a cabo en un contexto de gran expectación, ya que fue el primer contacto entre los equipos diplomáticos de las administraciones de Vladímir Putin y Donald Trump. Lavrov y Rubio se centraron en la necesidad de superar las barreras artificiales que han dificultado el desarrollo de relaciones normales entre ambos países. Como resultado, se acordó la reactivación de los nombramientos de embajadores, un “primer y urgente acuerdo”, según Lavrov.
Ambas partes coincidieron en que el proceso de distanciamiento comenzó con la anexión de Crimea en 2014 y se intensificó con el estallido de la guerra en Ucrania en 2022. Lavrov mencionó que la administración de Joe Biden había dificultado las relaciones diplomáticas mediante la expulsión de diplomáticos rusos y la confiscación de propiedades diplomáticas, lo que llevó a Moscú a responder de manera similar.
En cuanto a la guerra en Ucrania, uno de los puntos principales de la agenda, los diplomáticos discutieron posibles pasos para poner fin al conflicto, aunque las conversaciones se mantuvieron en un nivel preliminar. Rubio y Lavrov acordaron comenzar a trabajar en un plan negociador que involucre a equipos de alto nivel para lograr una paz duradera. En este sentido, Estados Unidos expresó su deseo de involucrarse activamente en la búsqueda de una solución que beneficie a todas las partes.
A pesar de la importancia de este encuentro, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dejó claro que cualquier acuerdo sobre el futuro de Ucrania no puede realizarse sin la participación directa de su gobierno. Por otro lado, Estados Unidos destacó que la resolución del conflicto podría abrir nuevas oportunidades económicas y de cooperación internacional, especialmente en el caso de un acuerdo exitoso.
Con esta reunión, tanto Lavrov como Rubio dejaron en claro su disposición a avanzar en la reactivación de los canales diplomáticos y a buscar una solución definitiva para la guerra, aunque las conversaciones sobre el futuro de Ucrania siguen siendo un tema sensible.