El Papa Francisco hizo su esperada primera aparición pública este domingo, luego de haber sido hospitalizado el pasado 14 de febrero debido a una complicación respiratoria que mantuvo al mundo en vilo.
El pontífice salió a uno de los balcones del Hospital Gemelli de Roma para saludar a las decenas de personas que se habían congregado allí.
Pocos minutos después, en medio de un importante despliegue de seguridad, Francisco salió del hospital y fue conducido a su residencia en el Vaticano.
El sábado, el Vaticano había informado que el Papa, de 88 años, sería dado de alta tras pasar más de un mes internado por una grave infección respiratoria que le provocó neumonía doble.
El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, declaró a la BBC que sintió «una gran alegría y una gran emoción al ver al Papa Francisco salir del hospital».
Es un gran regalo para la ciudad y para el mundo. Lo apoyamos y nos sentimos muy cercanos a él»
dijo el mandatario local.
Estaba previsto que el pontífice se dirigiera a los fieles reunidos ante el hospital Gemelli; sin embargo, esto no ocurrió.
«¡Gracias a todos!»
Dijo el sucesor de San Pedro en lo que pareció casi un susurro, reseñó Vatican News.
El doctor que estuvo a cargo del tratamiento del Papa durante todo este mes atribuyó los problemas con la voz que padece al tratamiento al que fue sometido para superar la neumonía doble.
«La voz tardará un tiempo en recuperarse», dijo, al tiempo que recordó que este tipo de secuelas son comunes en quienes padecen esta neumonía, «especialmente los ancianos».
El pasado viernes, el cardenal Víctor Fernández declaró que «el oxígeno de alto flujo reseca todo» y, como resultado, el Papa «necesita volver a aprender a hablar», según informó la agencia de noticias Reuters.

Si la tendencia de mejoría continúa, afirmaron los médicos, el Papa podría volver al trabajo lo antes posible.
Durante las últimas cinco semanas, presentó dos episodios muy críticos en los que su vida estuvo en peligro.