En un nuevo capítulo de la política exterior de Estados Unidos, el secretario de Estado del país norteamericano, Marco Rubio, ha anunciado recientemente que se aplicarán restricciones de visa a funcionarios ligados a los programas de la misión médica cubana en distintos países de la región. Si bien ya se han retirado algunos visados, no se ha revelado la identidad de los funcionarios afectados.
En un documento emitido desde la administración Trump, el jefe de la diplomacia estadounidense señaló que estos funcionarios están implicados en la contratación de misiones médicas cubanas en sus países, las cuales ha calificado como “una forma de trabajo forzado”.
Con estas medidas, según las autoridades de EE. UU., se pretende enviar un mensaje claro sobre su compromiso con la promoción de los derechos humanos y el respeto a los derechos laborales en todo el mundo, señala el documento.
El programa de exportación de mano de obra cubana abusa de sus participantes, enriquece al corrupto régimen cubano y priva a los ciudadanos de la isla de la atención médica esencial que tanto necesitan.
Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos.
Cuba ha rechazado las acusaciones vertidas desde el gobierno norteamericano y ha defendido su programa médico. En contraofensiva, acusó a Washington de orquestar una campaña en su contra y contra el programa sanitario.
Actualmente, se tiene conocimiento de que Guatemala y Honduras reciben médicos cubanos, aunque los mayores receptores de estos servicios en América Latina son Venezuela y México.
Finalmente, desde el gobierno norteamericano se ha instado al resto de países a tomar medidas similares a las anunciadas por Rubio recientemente.