El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció el miércoles que el Gobierno comenzará a revocar visados de estudiantes chinos, incluyendo aquellos con vínculos con el Partido Comunista Chino o inscritos en campos considerados clave.
La medida fue comunicada en una nota oficial titulada “Las nuevas políticas de visados ponen a EE.UU. primero, no a China”, donde Rubio señaló que tanto el Departamento de Estado como el de Seguridad Nacional colaborarán para revocar agresivamente visados ya otorgados. También adelantó que se revisarán los criterios actuales para potenciar el escrutinio de todas las futuras solicitudes de visados de la República Popular de China y de Hong Kong.
En su cuenta de X, Rubio reiteró que Estados Unidos comenzará a aplicar la medida, aunque no especificó la fecha ni detalló a qué se refiere con “campos clave” de estudio.
El anuncio generó respuesta inmediata de Pekín. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Mao Ning, pidió a Washington que respete los derechos de los estudiantes internacionales. “China cree que la cooperación en educación y los intercambios académicos no deberían ser interrumpidos. Instamos a EE.UU. a proteger los derechos e intereses legales y legítimos de todos los estudiantes internacionales, incluyendo los de China”, afirmó en un comunicado difundido este jueves.
El mismo miércoles también se conoció que el Gobierno del presidente Donald Trump suspendió temporalmente la emisión de visados de estudiante, como parte de la preparación de una nueva política migratoria que contempla una revisión más exhaustiva de las redes sociales de los solicitantes.
Según ese reporte, Rubio envió un cable diplomático a los consulados estadounidenses ordenando con efecto inmediato no programar nuevas citas para visados de estudiantes o de intercambio (categorías F, M y J), hasta que se emitan nuevas directrices. Indicó que estas se darán a conocer en los próximos días.
Trump también se refirió al tema y criticó el porcentaje de estudiantes extranjeros en universidades como Harvard, afirmando que supera la cuarta parte del total. Consideró apropiado limitar esa cuota al 15 % y reiteró sus señalamientos contra algunas universidades, a las que acusó de ser progresistas o incluso antisemitas.
Aunque las medidas aún no han sido implementadas, los anuncios marcan un endurecimiento en las políticas migratorias y educativas de Estados Unidos, con implicaciones directas para estudiantes internacionales, especialmente los provenientes de China.
