El líder opositor Edmundo González Urrutia ha reafirmado su intención de regresar a Caracas y asumir la presidencia de Venezuela. “Nos veremos todos muy pronto en Caracas, en libertad”, declaró desde el Palacio Nacional de Santo Domingo, tras reunirse con el presidente dominicano Luis Abinader y varios expresidentes latinoamericanos. Este evento marcó el cierre de su gira por América Latina, iniciada en Argentina, para reivindicar su victoria en las elecciones presidenciales del 28 de julio y recabar apoyos internacionales en contra de Nicolás Maduro, quien planea juramentarse este viernes para otro mandato de seis años.
Durante su gira, González Urrutia fue recibido como presidente electo por líderes como Javier Milei en Argentina, Luis Lacalle Pou en Uruguay, Joe Biden en Estados Unidos, José Raúl Mulino en Panamá, y Abinader en República Dominicana. También contó con el respaldo de expresidentes conservadores como Andrés Pastrana de Colombia, Vicente Fox y Felipe Calderón de México, y Laura Chinchilla de Costa Rica. Todos ellos han expresado su disposición a acompañar a González en su prometido regreso a Caracas para su investidura, aunque los detalles del plan siguen siendo un misterio.

Edmundo González junto al presidente de Argentina, Javier Milei.
“No me exijan que haga pública la estrategia”, comentó González. A pesar de la incertidumbre, sus aliados aseguran que algo grande se avecina. “Hay una gran sorpresa que va a estremecer al continente”, afirmó el canciller panameño Javier Martínez Acha, durante la visita de González a Panamá.
La administración de Joe Biden, en sus últimos días, reconoció a González como presidente electo. Sin embargo, el futuro presidente Donald Trump ha exigido que se respete la seguridad de González y de María Corina Machado, su predecesora en el liderazgo opositor. Trump calificó a ambos como “luchadores por la libertad” y advirtió sobre posibles represalias contra ellos.
En Colombia, la posición del gobierno de Gustavo Petro sigue siendo ambigua. Mientras que no reconoce oficialmente a un ganador en los comicios, tampoco pretende romper relaciones diplomáticas con Venezuela. A pesar de esto, miembros del partido opositor colombiano Centro Democrático han anunciado que viajarán a la frontera para apoyar a González, lo que ha generado especulaciones sobre posibles movimientos desde Cúcuta.
Sin embargo, Honduras ha expresado su apoyo al presidente Nicolás Maduro y enviará una delegación oficial a su toma de posesión el 10 de enero de 2025. La presidenta Xiomara Castro no asistirá personalmente al evento; en su lugar, el vicecanciller Gerardo Torres liderará la representación hondureña, acompañado por un pequeño grupo de funcionarios de la Cancillería.
El regreso de González a Venezuela no solo está rodeado de expectativas, sino también de riesgos. El gobierno de Maduro ha intensificado su represión, deteniendo a opositores y emitiendo una orden de captura contra González, con una recompensa de 100,000 dólares por su arresto. La supuesta detención momentánea de María Corina Machado en Caracas durante una manifestación añade tensión al escenario, evidenciando la creciente represión del chavismo.
Con la fecha de juramentación de Maduro acercándose, la promesa de González de regresar y asumir el poder se enfrenta a enormes desafíos. A medida que el tiempo se agota, la incertidumbre sobre el futuro político de Venezuela persiste, con muchos pendientes de la gran sorpresa que podría cambiar el curso de la historia reciente del país.
El pulso entre la oposición y el chavismo se intensifica, mientras los venezolanos esperan el desenlace de esta tensa situación. González Urrutia se mantiene firme en su promesa de regresar y liderar un cambio democrático, pero los detalles de cómo planea hacerlo siguen siendo un enigma, dejando a todos con la incógnita de cuál será el próximo movimiento en esta compleja partida política.