El Gobierno de Costa Rica anunció que en junio de 2026 espera finalizar la construcción de una nueva cárcel de alta seguridad con capacidad para más de 5,000 reclusos. El proyecto sigue el modelo utilizado por El Salvador en su lucha contra el crimen organizado.
El ministro de Justicia y Paz, Gerald Campos, explicó que la prisión se levantará en la provincia de Alajuela, en un terreno cercano a la cárcel La Reforma, el principal centro penitenciario del país. La obra tendrá un costo aproximado de 35 millones de dólares y contará con cinco módulos para alojar a los internos.
La construcción de este centro forma parte de un plan impulsado por el presidente Rodrigo Chaves para mejorar las condiciones del sistema penitenciario y enfrentar el crecimiento de la violencia. Costa Rica atraviesa actualmente uno de los periodos más críticos en materia de seguridad, con cerca de 900 homicidios cada año, la mayoría relacionados con enfrentamientos entre bandas del narcotráfico.
El Gobierno costarricense ha recibido apoyo técnico de El Salvador en el diseño y planificación de la obra, tomando como referencia el modelo carcelario implementado por el presidente Nayib Bukele.
De acuerdo con datos del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, las cárceles del país enfrentan una sobrepoblación cercana al 30 %, con más de 17,000 reclusos en centros diseñados para poco más de 13,600. Las prisiones para hombres son las más afectadas, con un hacinamiento que supera el 40 %.
Las autoridades esperan que la nueva cárcel ayude a reducir la saturación del sistema y permita mejorar el control de los internos vinculados con estructuras del crimen organizado.