El juicio que pretendía esclarecer si la muerte de Diego Armando Maradona fue un homicidio quedó anulado este jueves, luego de que una de las juezas del tribunal fuera apartada por aparecer en una serie documental grabada sin autorización judicial ni conocimiento de las partes involucradas.
La resolución fue leída por el magistrado Maximiliano Savarino en el tribunal de San Isidro, donde se desarrollaba el proceso judicial desde el pasado 11 de marzo. “Habiendo sido oídas todas las partes, se da a conocer la resolución del tribunal, que es la nulidad del juicio”, informó el juez.
Con esta decisión, se invalidan las 20 audiencias celebradas hasta la fecha, en las que habían declarado más de 40 testigos, se habían presentado diversas pruebas clave y habían testificado tres hijas del exfutbolista argentino.
La polémica que desencadenó la nulidad surgió tras la recusación de la jueza Julieta Makintach, quien participó en una producción documental sobre el caso. Parte de la serie fue filmada en el mismo tribunal donde se llevaba a cabo el juicio, lo que generó fuertes cuestionamientos. La grabación no contaba con la autorización del Poder Judicial y fue presentada como evidencia en una audiencia reciente, lo que llevó a la jueza a presentar su renuncia de forma inmediata.
La fiscalía, junto con los querellantes y la mayoría de las defensas, solicitó que el juicio se reinicie desde cero con la designación de un nuevo tribunal compuesto por tres jueces, cuya selección se hará por sorteo. Hasta ahora, no se ha establecido una fecha para la reanudación del proceso.
El nuevo juicio deberá volver a analizar si hubo responsabilidad penal en la muerte de Maradona, y si esta fue producto de una mala praxis o de una negligencia médica con consecuencias fatales. El caso vuelve desde cero, prolongando la espera de respuestas sobre las circunstancias que rodearon la muerte del ídolo argentino y reavivando el debate sobre la transparencia en el sistema judicial.