Un terremoto de magnitud 6.7 sacudió este 27 de diciembre de 2024 las Islas Kuriles, en el Pacífico Norte, según reportó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El movimiento telúrico ocurrió a las 12:47 UTC, con epicentro ubicado a una profundidad de 162.6 kilómetros, lo que redujo significativamente la posibilidad de un tsunami pero fue ampliamente percibido en la región.
Las Islas Kuriles, un archipiélago compuesto por 56 islas que se extienden desde la península rusa de Kamchatka hasta la isla japonesa de Hokkaido, están situadas en una de las zonas sísmicas más activas del mundo: el Anillo de Fuego del Pacífico. Este sector es conocido por la interacción entre las placas tectónicas del Pacífico y Euroasiática, que constantemente liberan energía en forma de terremotos y actividad volcánica.
Hasta el momento, no se han reportado víctimas ni daños materiales significativos. Sin embargo, las autoridades locales han instado a la población a mantenerse alerta ante posibles réplicas, ya que este tipo de eventos puede desencadenar movimientos secundarios de menor magnitud. En Kuril’sk, una de las localidades más cercanas al epicentro, se realizaron inspecciones a infraestructuras críticas.
El archipiélago, además de su relevancia geográfica, es objeto de una disputa territorial histórica entre Rusia y Japón desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Este contexto añade complejidad a la coordinación de esfuerzos para monitorear y mitigar riesgos naturales en la región. Pese a esto, ambas naciones comparten información sismológica debido a la amenaza constante de terremotos en la zona.
El terremoto de hoy se suma a una serie de movimientos telúricos menores registrados en las últimas semanas, lo que ha llevado a los expertos a reforzar las recomendaciones de preparación sísmica.