La Liga Nacional de Honduras se ve sacudida por una nueva crisis. A pocos días de finalizar la fase regular del torneo Clausura, dos clubes atraviesan graves problemas de incumplimiento salarial, lo que ha llevado a sus jugadores a declararse en huelga.
Los planteles del Victoria de La Ceiba y Juticalpa FC han suspendido los entrenamientos como medida de presión ante el atraso en el pago de sus salarios. En ambos casos, los futbolistas acumulan casi dos meses sin recibir remuneración, generando una situación insostenible.
En el caso del Victoria, los jugadores dejaron de asistir a las prácticas desde el martes y han confirmado que no retomarán las actividades mientras no se les abone al menos una parte de lo que se les adeuda. La directiva del club ha informado que trabaja para cubrir el 50% de la deuda antes del viernes, con el objetivo de que el equipo pueda disputar su próximo encuentro ante Real Sociedad.
La situación también es crítica en el Juticalpa FC. El conjunto olanchano completa este sábado dos meses sin pagar salarios y hasta el momento no ha emitido una respuesta oficial sobre una posible solución. El plantel tampoco entrenó el miércoles y ha condicionado su regreso a las prácticas a que se haga efectivo algún pago.
A diferencia del Victoria, que se mantiene en zona de clasificación a la liguilla, el Juticalpa lucha por la permanencia en la Primera División. Actualmente, tiene apenas un punto de ventaja sobre la Real Sociedad, su rival directo, y solo restan dos jornadas para el cierre de las vueltas regulares.
Estas protestas reflejan una problemática estructural en el fútbol hondureño: la inestabilidad económica de varios clubes, que termina afectando directamente el rendimiento deportivo y la estabilidad personal de los jugadores. En medio de la recta final del campeonato, la atención ya no está solo en la tabla de posiciones, sino también en la exigencia de condiciones laborales mínimas.
