La última jornada de la fase de liga de la Champions League ha dejado al Real Madrid en el puesto número 11, tras su goleada contra el Stade Brestois.
Aunque estuvieron cerca de clasificarse directamente a octavos de final, los pupilos de Carlo Ancelotti deberán disputar primero los play-offs para asegurarse un lugar entre los 16 mejores equipos del continente.
Uno de los partidos que más impacto tuvo en el camino del Real Madrid hasta la final de Múnich fue el FC Barcelona-Atalanta. El encuentro en el Estadio Olímpico Lluís Companys terminó 2-2, cediendo un punto al cuadro italiano, uno de los tantos rivales que debían perder para que el Madrid pudiera colocarse entre los ocho primeros. Este resultado en la Ciudad Condal modifica considerablemente la ruta del conjunto blanco.
Si el Barça hubiera vencido al Atalanta, los dirigidos por Ancelotti habrían ocupado la décima posición. Ese lugar en la fase de liga les habría permitido enfrentar en los dieciseisavos de final a equipos como el Sporting de Portugal o el Club Brujas, en lugar de los actuales rivales: Manchester City o Celtic de Glasgow.
La ronda de play-offs no es el único aspecto que se ha visto afectado por este reparto de puntos en Montjuïc. En caso de haber superado los dieciseisavos, el Real Madrid se habría medido ante LOSC Lille o Aston Villa en octavos de final. Sin embargo, la realidad de su camino a Múnich es mucho más exigente: en esa instancia le esperan Atlético de Madrid o Bayer Leverkusen.
Asimismo, el 2-2 entre FC Barcelona y Atalanta posterga la posibilidad de un Clásico en el nuevo formato de la Champions League. Anteriormente, los equipos del mismo país no podían enfrentarse hasta cuartos de final, pero con una victoria azulgrana, un cruce prematuro habría sido posible. El empate en la capital catalana retrasa un hipotético Clásico hasta semifinales o la final.
No solo el FC Barcelona influyó en la posición definitiva del Real Madrid en la fase de liga. El club blanco sabía que debía golear al Stade Brestois para acercarse lo más posible al octavo puesto, pero solo pudo anotar tres goles, dejando su portería a cero. Esa diferencia de goles no fue suficiente para superar al Atalanta ni al Borussia Dortmund, equipos con los que empató en puntos, lo que le habría permitido contar con mejores opciones a priori en las primeras rondas eliminatorias.