A partir de este martes, la Secretaría de Educación ordenó el regreso a las clases presenciales en todo el país, con excepción de Tegucigalpa y San Pedro Sula, debido al preocupante aumento de casos de COVID-19 en ambas ciudades. La medida fue anunciada como parte de una estrategia para contener la propagación de la variante del SARS-CoV-2, que afecta particularmente a los departamentos de Francisco Morazán y Cortés.
De acuerdo con un comunicado oficial, la Secretaría de Salud identificó a Tegucigalpa y San Pedro Sula como los principales focos de contagio en el país. Como resultado, se decidió mantener la modalidad virtual en estas ciudades “hasta que las autoridades sanitarias consideren que la situación esté controlada y sea seguro retomar las clases presenciales”.
En contraste, el resto del país sí retomará las actividades académicas presenciales este 29 de julio, tanto en centros educativos gubernamentales como no gubernamentales, en todos los niveles y modalidades de estudio.
El retorno a las aulas vendrá acompañado de estrictas medidas de bioseguridad. La Secretaría de Educación ha instruido a docentes, personal administrativo y estudiantes a cumplir rigurosamente con el uso de mascarilla, el distanciamiento social y la higiene constante de manos.
“La seguridad de todos es una responsabilidad compartida”, enfatiza el comunicado, exhortando a toda la comunidad educativa a mantener las precauciones para garantizar el bienestar colectivo.
Mientras tanto, estudiantes y docentes de Tegucigalpa y San Pedro Sula deberán continuar con las clases en línea, en un esfuerzo por evitar nuevos contagios y proteger a la población escolar más vulnerable. Las autoridades no han especificado una fecha para el retorno presencial en estas zonas, dejando claro que todo dependerá de la evolución de la situación sanitaria.
La Secretaría de Salud (Sesal) informó recientemente que se han confirmado seis muertes por COVID-19 en Honduras durante el presente año.