Ramón Matta Ballesteros, uno de los personajes más emblemáticos del narcotráfico latinoamericano de los años 80, fue liberado este martes por decisión de un juez federal en Estados Unidos. Matta llevaba 37 años preso por cargos de narcotráfico y conspiración, entre ellos su presunta participación en el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena.
La justicia estadounidense concedió su liberación por razones humanitarias, debido a su frágil estado de salud y su edad —cumplió 80 años este 2025—. La noticia ha reavivado el debate sobre su figura.
Nacido en Tegucigalpa en 1945, Matta Ballesteros ascendió rápidamente en el mundo del narcotráfico. Fue un enlace clave entre los carteles de Medellín y Guadalajara, ofreciendo rutas aéreas para el envío de cocaína desde Sudamérica hacia México y luego a EE. UU.
Su aerolínea, SETCO, operó vuelos que según investigaciones de la DEA sirvieron para el traslado de droga. A su vez, Matta invirtió parte de sus ganancias en propiedades agrícolas y ganaderas en Honduras, generando empleo y obras en comunidades donde llegó a ser visto como un «benefactor».

Captura y extradición
El 5 de abril de 1988, agentes estadounidenses lo capturaron en Tegucigalpa. No existía un tratado de extradición vigente entre Honduras y EE. UU., por lo que su traslado fue considerado por muchos como ilegal. Esa madrugada, lo subieron a un avión rumbo a la base aérea de Palmerola, y de ahí fue llevado directamente a territorio estadounidense.
Su extradición provocó protestas masivas en Honduras. Su esposa denunció que el operativo fue irregular y que las pruebas presentadas en su contra fueron sembradas. El caso marcó un antes y un después en la relación entre ambos países en materia de seguridad.
Este 2025, un juez federal de EE. UU. ordenó su liberación inmediata. El fallo reconoció el cumplimiento de su condena y atendió su delicado estado físico.
