La secretaria del Congreso Nacional, Angélica Smith, informó que se ha remitido una opinión sobre un proyecto de decreto que busca incorporar la enseñanza del lenguaje de señas hondureño en la malla curricular del nivel medio educativo.
La iniciativa, presentada por la diputada Melbi Concepción Ortiz Murillo, propone que todos los estudiantes reciban formación en esta asignatura con el objetivo de fortalecer la integración social y facilitar la comunicación con personas sordomudas.
Para Orquídea Esmeralda Centeno, docente de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y miembro del Grupo Hondureño de Apoyo a Personas Sordas (GHAPERS), la propuesta es una iniciativa interesante, pero hace un llamado a que se consulte directamente con las personas con discapacidad y las organizaciones que trabajan con esta comunidad.
“Sería importante que este tipo de iniciativas la conozcan a detalle las personas con discapacidad y las organizaciones que trabajamos en el tema, para que cuente con los aportes de las partes interesadas”, expresó.
Orquídea Esmeralda Centeno, docente de LESHO en UNAH.
Centeno considera que implementar esta asignatura incluso desde la educación primaria facilitaría la inclusión de la niñez con discapacidad auditiva y contribuiría a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Desde su experiencia como persona sorda, recuerda que su proceso educativo fue difícil debido a la falta de lengua de señas en las aulas. “Sólo llegué a graduarme por el apoyo permanente de mi familia, amistades y por la valentía, coraje y determinación que mi madre me inyectaba cada día”, relató. Esta vivencia fue clave para que, junto a otras personas sordas, impulsara la estandarización de las señas como una lengua propia en Honduras.
También señaló que la mayor barrera no es sólo lingüística, sino de actitud. “Cuando las personas quieren comunicarse con uno, buscan maneras; cuando no quieren, buscan excusas”.
Centeno insistió en que, para que esta propuesta sea realmente efectiva, es necesario formar primero a los docentes. “De nada va a servir una ley que no se cumpla. La lengua de señas debe ser conocida por todos los maestros, no solo por quien imparta la materia, porque el estudiante sordo necesita comunicarse con cada uno de ellos”.
Finalmente, ofreció el apoyo de GHAPERS y de la Asociación de Sordos de Honduras para acompañar este proceso desde su inicio, con un enfoque verdaderamente inclusivo.
El proyecto, identificado bajo el número de oficio SG154-2025, aún se encuentra en revisión y análisis por parte del Congreso Nacional. Si es aprobado, representaría un paso importante hacia la inclusión real de las personas sordas en el sistema educativo, al reconocer la lengua de señas como una herramienta clave para la comunicación y la integración social.