Las elecciones generales de Honduras de 2025 se celebrarán el próximo 30 de noviembre, en un contexto marcado por desafíos políticos, sociales y económicos que podrían influir en su desarrollo y en los resultados finales de la contienda. En ese sentido, se avizora una fuerte lucha por la silla presidencial, los escaños en el Congreso Nacional y las 298 municipalidades diseminadas a lo largo y ancho del país. Faltan 181 días para que Honduras tenga un nuevo mandatario o mandataria.
Datos proporcionados por el Registro Nacional de las Personas (RNP) indican que el censo electoral podría alcanzar los 6.4 millones de votantes habilitados para ejercer el sufragio, superando en casi medio millón el padrón de las elecciones primarias. Estos electores elegirán hasta 3,000 cargos de elección popular, incluido el titular del Ejecutivo.
Desde el Consejo Nacional Electoral (CNE) se detalló que serán cinco los partidos que participarán en las elecciones generales. Entre ellos: el Partido Innovación y Unidad (PINU), que designó como candidato a Nelson Ávila; la Democracia Cristiana (DC), representada por Mario Enrique “Chano” Rivera; el resurgido Partido Liberal, con Salvador Nasralla como aspirante; la oficialista Rixi Moncada; y el candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura.
El CNE oficializó, el pasado jueves 29 de mayo, la convocatoria a elecciones generales e instó a los diferentes actores políticos, medios de comunicación y a la población hondureña a garantizar que los comicios se desarrollen dentro del marco del respeto a la democracia y al debido proceso.
Tras ello, la Embajada de los Estados Unidos en el país calificó el anuncio, a través de la red X (antes Twitter), como un “paso clave” para el fortalecimiento de la democracia en Honduras.
El organismo electoral también ha informado recientemente que el presupuesto asignado para la realización de la fiesta democrática asciende a 1,737 millones de lempiras. No obstante, existen serias preocupaciones sobre la agilidad con que los fondos serán aprobados en el hemiciclo legislativo, debido a los distintos intereses de los partidos políticos.
Otro dato importante que se ha dado a conocer recientemente por parte del organismo electoral es que ya se han enviado solicitudes a diversos entes internacionales para que funjan como veedores del proceso, algo que consideran fundamental para garantizar la transparencia de las elecciones.
