A veinte días de las elecciones generales, el Consejo Nacional Electoral (CNE) puso a prueba su sistema de transmisión y logística mediante un simulacro nacional desarrollado en más de 500 centros educativos. Sin embargo, la jornada dejó en evidencia múltiples fallas técnicas y carencias operativas que generan dudas sobre la capacidad del sistema para responder con eficiencia el día de los comicios.
En Tegucigalpa, varios centros reportaron problemas con escáneres, impresoras y la configuración de los equipos tecnológicos, lo que obligó a sustituir parte del material. En otros casos, la falta de personal del CNE y de representantes de los partidos políticos impidió realizar pruebas clave, como la validación biométrica y la transmisión de resultados preliminares. Ante la imposibilidad de completar los procedimientos digitales, algunos recintos tuvieron que cerrar actas de forma manual y elaborar informes de incidencias.
Situaciones similares se vivieron en La Ceiba, donde se reportaron cortes de energía eléctrica, fallas en la conectividad y kits con instrucciones erróneas. Carla Dipp, coordinadora de campaña del Partido Liberal, confirmó que en varias zonas sin cobertura de telefonía móvil fue imposible transmitir las actas electrónicamente, obligando también a recurrir al método manual.
En la capital, el Instituto Jesús Aguilar Paz enfrentó dificultades logísticas pese a contar con el kit tecnológico. La ausencia de custodios y de parte del personal del CNE impidió ejecutar las pruebas de transmisión y simulación de escenarios de desconexión.
El organismo electoral sostiene que estos simulacros son parte esencial de la preparación previa al proceso, al permitir detectar y corregir errores antes de la jornada electoral del 30 de noviembre. No obstante, los resultados de la prueba dejan al descubierto la urgencia de reforzar la capacitación del personal, mejorar la infraestructura tecnológica y afinar la coordinación entre las instituciones involucradas para garantizar una elección confiable y transparente.


