El sacerdote jesuita Ismael Moreno, conocido como Padre Melo, volvió a poner el foco en el nepotismo que, según él, persiste en diversos sectores de Honduras. Desde El Progreso, Yoro, el religioso señaló que estas prácticas crean redes de empleo que favorecen a familiares y amigos, generando un círculo de complicidad que debilita la transparencia en instituciones públicas y privadas.
Durante su intervención, el Padre Melo sostuvo que la familia, más allá de ser un núcleo de amor y apoyo, a menudo se convierte en un mecanismo para sostener intereses particulares y proteger actos de impunidad. “Por donde uno lo mire: en el Estado, la empresa privada, ONGs o iglesias, hay un entramado familiar de complicidades que sustenta redes de empleos”, indicó.
El jesuita señaló que este tipo de prácticas no solo afecta a la administración pública, sino que también permea en empresas privadas, organizaciones no gubernamentales e incluso en la iglesia. Según él, estas redes familiares limitan la competencia, favorecen la discrecionalidad y socavan los principios éticos que deberían guiar a las instituciones.
En el ámbito estatal, el nepotismo se manifiesta cuando familiares de funcionarios acceden a cargos de manera irregular, algo que ha sido denunciado en repetidas ocasiones en Honduras. El Padre Melo alertó que estas acciones refuerzan un sistema de favoritismos que impide la rendición de cuentas y la transparencia en la gestión pública.
Además, el religioso hizo un llamado a la sociedad para que reconozca y denuncie estas prácticas. Subrayó que el combate al nepotismo no solo requiere cambios en la normativa, sino también una transformación cultural que promueva la ética, la equidad y la responsabilidad en todos los sectores.
Finalmente, el Padre Melo insistió en que mientras estas redes de influencia continúen operando, la corrupción y la impunidad seguirán encontrando espacios de protección, afectando el desarrollo institucional y la confianza de los ciudadanos en las autoridades y organizaciones.
