El Consejo Nacional Electoral (CNE) continua inmerso en la incertidumbre y falta de consensos clave de cara a los comicios de noviembre, bajo ese panorama y con asuntos claves por resolver la Misión de Observación Electoral (MOE) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) comenzó su agenda de reuniones técnicas con las autoridades electorales hondureñas.
Durante encuentros separados con los consejeros Cossette López, Ana Paola Hall y Marlon Ochoa, la misión agradeció la disposición al diálogo y reiteró su compromiso de contribuir desde su papel técnico al desarrollo de unas elecciones “libres, justas y transparentes”.
Ochoa por su parte entrego una carpeta, integrado por 27 documentos, en los mismos el consejero Marlon Ochoa describe una creciente serie de acciones antidemocráticas, presuntamente encabezadas por la presidenta del CNE, Cossette López. Según Ochoa, su postura inflexible estaría orientada a imponer un control político del proceso electoral, con el riesgo de reproducir patrones de manipulación y fraude asociados al antiguo modelo bipartidista.
La adjudicación del sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP), una de las piezas sensibles del proceso electoral, así como las tensiones internas dentro del CNE, fueron parte de la agenda discutida. La misión internacional elabora actualmente un informe preliminar que recogerá observaciones y recomendaciones clave, antes del evento electoral del 29 de noviembre.
El jefe de misión, Eladio Loizaga, al arribar al país, envió un mensaje que sonó más a advertencia que a formalismo: “La misión no reemplaza a ninguna instancia nacional. No venimos a sustituir a ningún órgano electoral ni constitucional. Nuestra función es observar”, dijo el funcionario.
Loizaga hizo un llamado a la responsabilidad institucional y al diálogo, advirtiendo que la estabilidad del proceso está en manos de los actores locales: “Las dificultades deben resolverse conversando, por el bien de Honduras, por el bien de la democracia hondureña”.
Se espera que, luego de las elecciones, la OEA publique un análisis más profundo del proceso, que incluirá no solo aspectos técnicos, sino también políticos e institucionales, tras sostener reuniones con diversos sectores de la sociedad civil, partidos políticos y actores sociales