Las lluvias que azotaron el territorio nacional en los últimos días dejaron un saldo considerable de afectaciones, particularmente en la zona occidental del país, donde más de 5,200 personas resultaron perjudicadas y al menos 25 comunidades quedaron incomunicadas.
Los departamentos de Ocotepeque, Copán, Lempira, Intibucá, Valle y Santa Bárbara estuvieron bajo alertas verde y amarilla, ante los efectos de un sistema climático que provocó inundaciones, deslizamientos y daños a la infraestructura vial y energética.
En Gracias, Lempira, las precipitaciones inundaron varias áreas del hospital Juan Manuel Gálvez, generando preocupación entre el personal de salud y la población. Según la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), el impacto dejó 1,756 familias afectadas, 80 viviendas dañadas, 18 destruidas, nueve cajas puentes averiadas, un puente colapsado, un vado dañado, dos tramos carreteros inhabilitados y la caída de nueve postes del tendido eléctrico en Ocotepeque.
Las autoridades desplegaron equipos de respuesta inmediata que realizaron seis rescates en distintas zonas, entregaron ayuda humanitaria y brindaron atención médica con el respaldo de la Cruz Roja, la Policía Nacional, el sistema 911 y otras instituciones que trabajan de forma coordinada.
Aunque el huracán Erick no ingresó al territorio hondureño, su paso por el Pacífico mexicano provocó inestabilidad atmosférica que contribuyó a las fuertes lluvias registradas. Copeco indicó que el fenómeno tuvo un efecto indirecto sobre el país.
Para este lunes 23 de junio, el pronóstico oficial advierte el ingreso de humedad desde el mar Caribe, lo que generará lluvias débiles y dispersas en las regiones occidental, oriental y parte del norte, con precipitaciones aisladas en el resto del territorio. Las autoridades mantienen el monitoreo y reiteran el llamado a la población a seguir las indicaciones oficiales y evitar zonas de alto riesgo.