Las elecciones generales en Honduras se acercan y, con ellas, una serie de dificultades que, de no resolverse, limitarían la participación de miles de hondureños en los comicios del próximo 30 de noviembre. Recientemente, la Cancillería de Honduras reconoció que un total de 258,492 Documentos Nacionales de Identificación (DNI) aún no han sido entregados a ciudadanos hondureños que residen en el extranjero, una situación que ha encendido las alarmas en sectores de la oposición política y entre funcionarios ligados al sistema electoral.
De acuerdo con el vicecanciller Antonio García, hasta el momento se han entregado 105,480 documentos, mientras que el resto permanece en los consulados a la espera de ser reclamado. García justificó que, en la mayoría de los casos, los hondureños que realizaron el trámite no han acudido a retirarlos. Además, explicó que los niveles de entrega varían significativamente entre consulados: algunos han distribuido hasta el 56 % de los DNI, mientras que otros apenas un 6 %, según detalló la Cancillería.
Sin embargo, la explicación no ha convencido a todos, pues diversos sectores políticos han expresado preocupación por lo que consideran una posible estrategia de exclusión electoral. Para la oposición, la falta de acceso a los documentos de identidad puede traducirse en un obstáculo directo al derecho al voto, especialmente en un contexto en que el sufragio en el extranjero se ha vuelto cada vez más relevante.
El Registro Nacional de las Personas (RNP), por su parte, se deslindó de responsabilidades al afirmar que ha entregado más de 400 mil DNI a la Cancillería para su distribución internacional. “Hemos entregado todos los documentos que los consulados han solicitado. El proceso toma tiempo, pero los hondureños están recibiendo su DNI”, afirmó el comisionado presidente del RNP, Roberto Brevé.
El funcionario añadió que incluso se han adoptado algunas medidas, como la implementación de consulados móviles para facilitar tanto el enrolamiento como la entrega de documentos.
“Es la primera vez en la historia que hemos llegado a estos niveles de cobertura en el exterior”, aseguró, al tiempo que restó importancia a las denuncias, alegando que el trabajo conjunto con la Cancillería está cumpliendo su objetivo.
La situación ocurre en un momento clave, cuando Honduras se encamina a un nuevo proceso electoral y la confianza en las instituciones está bajo sospecha. Los comicios están previstos para el próximo 30 de noviembre, fecha en la que millones de hondureños acudirán a las urnas para elegir a sus nuevas autoridades.