Las autoridades hondureñas han intensificado la búsqueda del general en retiro Romeo Vásquez Velásquez, quien enfrenta cargos por el asesinato del joven Isy Obed Murillo y la tentativa de homicidio de Alex Roberto Zavala. Ambos hechos ocurrieron en el marco de las protestas de 2009, tras la crisis política que derivó en la destitución del entonces presidente Manuel Zelaya. La acusación en su contra ha tomado relevancia en los últimos días, a medida que el Ministerio Público y otras instituciones han implementado medidas para garantizar que el exmilitar responda ante la justicia.
Como parte de estas acciones, la Interpol incluyó el pasado sábado a Vásquez Velásquez en la lista de los diez hondureños más buscados. Esta decisión se tomó con el objetivo de facilitar su captura y evitar su posible salida del país. En un esfuerzo adicional para dar con su paradero, el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, anunció inicialmente una recompensa de 500,000 lempiras para quien proporcionara información clave sobre su ubicación. Sin embargo, ante la falta de resultados inmediatos, las autoridades duplicaron la cifra, elevándola a un millón de lempiras con la esperanza de acelerar su arresto.
El proceso judicial contra Vásquez Velásquez tomó un giro más decisivo cuando el Juzgado de Letras Penal de Francisco Morazán emitió una alerta migratoria en su contra. De acuerdo con la portavoz de los juzgados, Bárbara Castillo, la medida se implementó luego de que el exmilitar no se presentara a una audiencia programada. Castillo explicó que sus abogados ya estaban informados sobre la existencia de órdenes de captura, por lo que su ausencia fue interpretada como una evasión de la justicia. Este incumplimiento reforzó la necesidad de aplicar restricciones a su movilidad para evitar que abandone el territorio nacional.
Además del exjefe militar, el Ministerio Público también ha formulado acusaciones contra Venancio Cervantes Suazo y Carlos Roberto Puerto Fúnez, quienes están señalados por los mismos delitos. En el caso de Alex Roberto Zavala, una de las víctimas, se confirmó que resultó gravemente herido durante las manifestaciones de 2009, lo que motivó la imputación por tentativa de homicidio. Estas acusaciones forman parte de un proceso más amplio para esclarecer los crímenes ocurridos en el contexto de la crisis política de aquel año y determinar las responsabilidades de los implicados.
El caso de Romeo Vásquez Velásquez ha generado gran repercusión tanto a nivel nacional como internacional, especialmente por su papel en los eventos de 2009 y su historial dentro de las Fuerzas Armadas. A medida que las investigaciones avanzan, las autoridades han reforzado los operativos de búsqueda y han intensificado las restricciones migratorias para evitar cualquier intento de fuga.
