El exsubjefe de las Fuerzas Armadas de Honduras, Venancio Cervantes, y el excomandante del Comando de Operaciones Especiales, Carlos Roberto Puerto, fueron trasladados nuevamente a prisión este martes tras la revocación de su arresto domiciliario. Ambos están acusados de asesinato en el marco del golpe de Estado de 2009.
Los juzgados de Tegucigalpa notificaron a Cervantes y Puerto sobre la revocación de la medida y ordenaron su regreso a prisión preventiva. Los dos generales retirados fueron enviados nuevamente a la Penitenciaría Nacional, donde ya habían estado recluidos del 5 al 12 de enero, hasta que un juzgado les concedió el arresto domiciliario.
Ambos se presentaron voluntariamente ante la justicia después de que un juez de primera instancia ordenara su captura, junto con la del exjefe del Estado Mayor Conjunto, Romeo Vásquez, tras la revocación de su arresto domiciliario el 3 de marzo.
Hasta ahora, no se ha confirmado si Vásquez se presentará voluntariamente ante el juzgado de Tegucigalpa o si comparecerá en la audiencia programada para hoy por el Poder Judicial.
Los tres militares fueron capturados el 5 de enero, acusados de asesinato en perjuicio de Isy Obed Murillo y de asesinato en grado de tentativa contra Alex Roberto Zavala.
Murillo falleció el 5 de julio de 2009, tras recibir un disparo en la cabeza durante una manifestación en apoyo al retorno de Manuel Zelaya, quien intentaba regresar al país por vía aérea. Las Fuerzas Armadas impidieron su aterrizaje bloqueando la pista del Aeropuerto Internacional de Toncontín con camiones militares.
Por su parte, Zavala sufrió graves lesiones a causa de disparos realizados por soldados hondureños, según la Fiscalía.
Las investigaciones han determinado que la actuación de los militares fue «brutalmente desproporcionada», ya que dispararon de manera indiscriminada con fusiles M-16 de alto poder contra manifestantes que ejercían su derecho a la protesta pacífica.