La violencia contra las mujeres en Honduras ha alcanzado niveles preocupantes, posicionando al país como el más peligroso para ellas en toda Latinoamérica. Según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), el número de femicidios registrados en los primeros tres meses de 2025 ya supera las cifras del año anterior, con 59 víctimas reportadas.
La directora del Observatorio, Migdonia Ayestas, destacó la gravedad de la situación y el impacto que esto tiene tanto a nivel nacional como internacional. “Se nos presenta en el mundo como uno de los cinco países feminicidas; en Latinoamérica, estamos ocupando el primer lugar según la tasa de femicidios y de muertes violentas”, advirtió.
El incremento de los casos en comparación con 2024 es evidente. Solo en los primeros dos meses del año, se reportaron cinco femicidios más que en el mismo período del año pasado, lo que pone en entredicho la efectividad de las estrategias de seguridad implementadas.
“Esto es grave, porque si lo comparamos con el año anterior, en los primeros dos meses hay cinco casos más, y esto evidencia que las estrategias en materia de seguridad deben abordar de manera diferenciada la violencia contra las mujeres”, explicó Ayestas.
Más allá de las cifras, la directora del OV-UNAH también alertó sobre la normalización del miedo entre las mujeres hondureñas, especialmente en las niñas, quienes crecen en un entorno de sumisión y silencio forzado.
“Se les está enseñando a las niñas que se callen, que no digan nada y que obedezcan, porque, de lo contrario, las van a matar. En el país, generalmente son los hombres quienes les quitan la vida; el enamorarlas, agredirlas y matarlas es una constante”, expresó con preocupación.
Este panorama sombrío refleja no solo un problema de violencia de género, sino una crisis estructural que afecta la percepción del país y su compromiso con los derechos humanos. La necesidad de acciones concretas y políticas efectivas es urgente para frenar esta ola de violencia y garantizar la seguridad de las mujeres hondureñas.
