El lempira hondureño experimenta un deslizamiento sostenido frente al dólar, registrando una pérdida de un centavo diario en su valor. Así lo advirtió Mario Palma, jefe del Departamento de Investigaciones Económicas del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), quien alertó sobre los efectos que este fenómeno genera en la economía nacional y en particular, en los hogares del país.
De acuerdo con el especialista, esta tendencia se ha mantenido durante las últimas semanas, lo que representa un desafío permanente para la estabilidad financiera de Honduras. Aunque la variación diaria pueda parecer mínima, su efecto acumulativo debilita el poder adquisitivo y encarece progresivamente la vida de los ciudadanos.
Palma explicó que uno de los principales impactos de la devaluación está relacionado con la alta dependencia de productos importados, cuya adquisición requiere dólares.
“Cada día los hondureños necesitan más lempiras para obtener esos dólares”, indicó, señalando que esta situación obliga a destinar una mayor proporción del ingreso familiar al consumo básico.
Este aumento constante en el costo de los bienes importados repercute directamente sobre los presupuestos domésticos. Al elevarse los precios de alimentos, medicinas y otros productos esenciales cotizados en moneda extranjera, las familias enfrentan dificultades para mantener su nivel de consumo, especialmente en un entorno marcado por salarios estancados y altos niveles de informalidad laboral.
Finalmente, el economista subrayó que la actual devaluación no sólo evidencia una presión sobre el tipo de cambio, sino también una fragilidad estructural que limita la capacidad del país para sostener el bienestar económico de su población. En este contexto, el Fosdeh insta a las autoridades a adoptar medidas fiscales y monetarias que frenen el deterioro del lempira y protejan el poder de compra de los hogares.
