Una creciente preocupación se ha instalado entre los comerciantes hondureños, tras múltiples denuncias por la circulación de billetes falsos, especialmente de 200 lempiras. El fenómeno, que ha alcanzado mercados, pulperías y centros comerciales, estaría vinculado a una organización criminal conocida como la banda de los “Manos Limpias”, cuya especialidad es infiltrar estos billetes en transacciones cotidianas.
El caso ha sido viralizado en redes sociales por las propias víctimas, quienes han advertido sobre la presencia de estas falsificaciones, muchas veces detectadas hasta que el billete llega a entidades bancarias. Según testimonios recogidos, los billetes falsos presentan características notorias: tienen una textura parecida al papel periódico y son ligeramente más pequeños que los originales.
Ante la oleada de denuncias, las autoridades han intensificado las labores de inteligencia y ya han obtenido resultados. La Dirección Nacional Policial Antidrogas (DNPA) informó sobre la captura de dos individuos: un joven de 20 años y un menor de 16, en la carretera CA-5, entre Siguatepeque y Comayagua. Los sospechosos transportaban una mochila con 203 mil lempiras en moneda falsificada, que incluía billetes de 200, 100 y 50 lempiras.
Días después, en otro operativo, la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) arrestó a dos mujeres, comerciantes de 26 y 27 años, en Cucuyagua, Copán. En su vehículo se encontraron más de 41 mil lempiras en billetes falsos. El decomiso incluyó 206 billetes de 200 lempiras, hallados en los asientos y la guantera del automóvil.
Las autoridades no descartan que se trate de una red que opera a nivel nacional. Tanto los capturados en Comayagua como las detenidas en Copán enfrentarán cargos por tráfico de moneda falsificada, delito que en Honduras puede ser castigado con penas de entre tres y doce años de prisión.
Ante la situación, el Banco Central de Honduras (BCH) emitió un recordatorio a la población sobre cómo identificar billetes auténticos. El ente sugiere prestar atención a elementos como el cambio de color al inclinar el billete (de oro a verde en los de 100 lempiras, y de azul a verde en los de 200 y 500), la textura al tacto y la presencia de la marca de agua, que no puede ser replicada por impresoras caseras o industriales.
Las autoridades insisten en que la ciudadanía debe mantenerse alerta y reportar cualquier transacción sospechosa. También se recomienda revisar cada billete recibido y denunciar ante la policía si se sospecha de dinero falso, ya que los estafadores apuntan principalmente a negocios pequeños, donde hay menor posibilidad de detección inmediata.