La precandidata presidencial del Partido Nacional, Ana García de Hernández, calificó como indignante e injusta la liberación del exalcalde de El Paraíso, Copán, Alexander Ardón, tras cumplir menos de seis años de prisión en Estados Unidos. Ardón, quien confesó haber participado en el asesinato de 56 personas y mantenía vínculos con el narcotráfico, recibió una sentencia de tiempo cumplido y permanecerá bajo libertad condicional por 10 años en territorio estadounidense.
Ana García, esposa del expresidente Juan Orlando Hernández, actualmente encarcelado en Estados Unidos por delitos de narcotráfico, expresó su descontento al considerar que los responsables de actos criminales graves terminan siendo favorecidos por el sistema judicial norteamericano. En sus declaraciones, García lamentó: “Es indignante que un narcotraficante y asesino pueda salir libre después de menos de seis años de prisión y va a pasear por las calles de Estados Unidos sin ser deportado a Honduras para responder por su participación en la muerte de 56 personas”.
Durante el juicio de Juan Orlando Hernández, llevado a cabo en febrero de 2024, Ardón testificó en su contra. En sus confesiones, reconoció haber recibido al narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán en su hogar en los años 2007 y 2010, donde discutieron sobre operaciones relacionadas con el tráfico de cocaína. Estas declaraciones, según Ana García, formaron parte de un montaje para perjudicar a su esposo, quien, en su opinión, fue un firme opositor al narcotráfico en Honduras.
García enfatizó que Ardón había engañado al jurado estadounidense con su testimonio y recordó que Juan Orlando Hernández impidió que Ardón continuara con su carrera política. La precandidata señaló que, mientras delincuentes confesos como Ardón recuperan su libertad, aquellos que combatieron al crimen organizado enfrentan penas de prisión injustas.
Finalmente, Ana García hizo un llamado al pueblo hondureño a no olvidar las supuestas injusticias cometidas en contra de su esposo y a recordar que quienes han confesado graves crímenes no están enfrentando las consecuencias de sus actos. “Hoy los narcotraficantes ganan; mientras tanto, quienes arriesgamos nuestras vidas, enfrentamos prisión siendo inocentes”, concluyó.