El Gobierno de Ecuador anunció su intención de fortalecer la seguridad nacional mediante alianzas estratégicas con países como Estados Unidos, Brasil y miembros de la Unión Europea. La medida busca enfrentar el aumento de la actividad de grupos criminales que operan en varias regiones del país.
El presidente Daniel Noboa se dirigió a sus simpatizantes en Quito y aclaró que la propuesta de permitir bases militares extranjeras no implica la entrega de soberanía.
“Nuestro país sigue siendo independiente, pero necesitamos cooperación internacional para enfrentar el crimen trasnacional”, afirmó.
Entre los planes de cooperación, Ecuador ha dialogado con Brasil sobre la instalación de una base en la Amazonia, y con Estados Unidos y Europol para establecer un centro de inteligencia en zonas de alta incidencia delictiva. Noboa destacó que estas acciones buscan fortalecer la protección de la población, no crear “bases extranjeras” en el país.
La historia de presencia militar extranjera en Ecuador se remonta a la provincia de Manabí, donde Estados Unidos operó hasta 2009, cuando el convenio no fue renovado. Recientemente, la secretaria de Seguridad Nacional de EE. UU., Kristi Noem, visitó instalaciones en Manabí y Salinas, como parte de los acercamientos actuales.
El país atraviesa un período de violencia marcado por el crecimiento del narcotráfico, la extorsión y la minería ilegal. Desde enero de 2024, el Ejecutivo mantiene un estado de “conflicto armado interno” para enfrentar a estos grupos, calificados oficialmente como terroristas.
En paralelo, Noboa aprovechó la reunión para promover el voto favorable en el referéndum que plantea reformas constitucionales, incluida la reducción del número de asambleístas y la eliminación del financiamiento estatal a los partidos políticos, en un intento de agilizar la gobernabilidad y superar bloqueos institucionales.

