La Policía Nacional incrementó a 35 millones de lempiras la recompensa por información que lleve a la captura del exjefe del Estado Mayor Conjunto, Romeo Vásquez Velásquez, acusado de asesinato durante el golpe de Estado de 2009. El nuevo monto representa un aumento de cinco millones respecto al ofrecido a finales de septiembre, convirtiéndose en una de las recompensas más altas en la historia reciente del país.
Vásquez continúa prófugo desde marzo, cuando la Corte de Apelaciones ordenó su regreso a prisión tras revocar la medida de arresto domiciliario que había obtenido en enero. La Fiscalía lo acusa, junto a los generales Venancio Cervantes y Carlos Roberto Puerto, por el asesinato del joven Isis Obed Murillo y la tentativa de homicidio de Alex Roberto Zavala, ambos simpatizantes del expresidente Manuel Zelaya.
Los hechos se remontan al 5 de julio de 2009, cuando Murillo murió de un disparo en la cabeza durante una manifestación en el aeropuerto Toncontín, en el intento de Zelaya por regresar al país tras su derrocamiento.
Mientras las autoridades intensifican la búsqueda, el hijo del exmilitar, Jesús Vásquez, desestimó el anuncio de la Policía, asegurando que “no lo van a capturar por más que lo suban a 50 millones, él está bien seguro”. Además, calificó el aumento como “ridículo” y acusó al gobierno de desviar la atención de los verdaderos problemas nacionales.
“El dinero que ofrecen ni siquiera lo van a entregar”, cuestionó el hijo del general, quien también reprochó que la institución se enfoque en su padre en lugar de atender temas como el narcotráfico o la crisis hospitalaria.
La Policía mantiene a Romeo Vásquez entre los diez hondureños más buscados, junto a figuras como Yulan Adonay Archaga, alias “El Porky”, presunto líder de la MS-13, por quien Estados Unidos ofrece una recompensa de cinco millones de dólares.

