Tras varias semanas de tensiones y parálisis en el Consejo Nacional Electoral (CNE), la abogada Ana Paola Hall asume este jueves la presidencia del organismo en representación del Partido Liberal, en cumplimiento de la rotación anual establecida por la Ley Electoral. Hall reemplaza a Cossette López y tendrá el desafío de conducir al órgano colegiado en una coyuntura marcada por la desconfianza y la falta de consensos.
El cambio de mando llega después de una profunda crisis institucional, ocasionada principalmente por los desacuerdos sobre la implementación del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP). La ausencia del consejero de Libre, Marlon Ochoa, y el rechazo de los suplentes a integrarse, dejó al pleno sin quórum legal durante casi un mes, lo que impidió la aprobación de decisiones clave para el proceso electoral.
La nueva presidenta no es ajena a los conflictos internos. A inicios de año presentó una renuncia condicionada ante el Congreso Nacional, alegando presiones indebidas para que el CNE funcionara con dos consejeros, algo que consideró ilegal. Aunque el Parlamento no aceptó su dimisión, abrió una investigación sobre las denuncias planteadas.
Pese a estas controversias, Hall llega a la presidencia con experiencia acumulada. Es la única consejera con trayectoria previa en procesos electorales, pues ya había formado parte del órgano desde 2019 y ocupó la presidencia rotativa entre 2020 y 2021. Además, cuenta con un doctorado en derecho penal y una carrera vinculada al ámbito jurídico.
Especialistas coinciden en que su mayor reto será recuperar la confianza ciudadana en el CNE, seriamente golpeada por la falta de transparencia y las pugnas entre consejeros. A ello se suma la responsabilidad de garantizar la organización de las elecciones generales previstas para el 30 de noviembre, en un contexto de alta polarización política.
Aunque la presidencia implica la representación pública y administrativa del CNE, las decisiones continúan recayendo en el pleno, donde los tres consejeros propietarios deben alcanzar consensos. Para analistas, Hall deberá demostrar capacidad de negociación y firmeza para evitar que la institución vuelva a caer en la parálisis.
La expectativa ahora está puesta en si su gestión logrará superar la crisis y devolver al CNE la estabilidad necesaria para conducir con éxito el próximo proceso electoral.