Por: Edgardo Mejía
El ciberdelito engloba todas aquellas actividades delictivas cometidas mediante el uso de computadoras, redes informáticas o dispositivos digitales, ya sea como medio o como fin. Estas acciones pueden ir desde el robo de datos y la suplantación de identidad, hasta ataques a sistemas informáticos y la distribución de software malicioso (malware).
Con el objetivo de prevenir que los usuarios sean víctimas de este tipo de amenazas, nuestro rotativo digital comparte una serie de recomendaciones y buenas prácticas:
1. Protección de la información personal
- No publicar datos sensibles (dirección, teléfono, ubicación en tiempo real o información bancaria) en redes sociales o sitios no confiables.
- Utilizar contraseñas seguras —mínimo 12 caracteres combinando letras, números y símbolos— y no reutilizarlas en diferentes cuentas.
- Activar la verificación en dos pasos en correos electrónicos, redes sociales y servicios financieros.
2. Seguridad en dispositivos y redes
- Mantener actualizado el sistema operativo y todos los programas para cerrar posibles vulnerabilidades.
- Instalar y actualizar antivirus o soluciones de seguridad.
- Evitar el uso de redes Wi-Fi públicas para transacciones o el acceso a cuentas sensibles.
- Cifrar información importante y realizar respaldos periódicos.
3. Prevención de estafas y fraudes en línea
- Desconfiar de mensajes, correos o llamadas que soliciten datos personales o contraseñas, incluso si parecen provenir de bancos u organismos oficiales.
- Verificar siempre las direcciones web antes de ingresar información, asegurándose de que incluyan “https” y el candado de seguridad.
- No descargar archivos ni abrir enlaces enviados por remitentes desconocidos.
Los expertos recuerdan que los ciberdelincuentes pueden actuar de forma individual o en grupos, y sus motivaciones pueden ir desde obtener ganancias económicas, dañar sistemas o personas, hasta causar interrupciones por mero entretenimiento.