Rodolfo Pastor de María, exsecretario de la Presidencia de Honduras, se encuentra en el centro de una controversia política tras su fallido intento por consolidar su candidatura a la Alcaldía de San Pedro Sula. Su trayectoria reciente refleja las complejidades internas del Partido Libertad y Refundación (Libre) y las dificultades de alcanzar consensos en un partido fragmentado por disputas entre corrientes.
En junio de este año, Pastor renunció a su puesto como secretario de la Presidencia para integrarse al equipo de campaña de Rixi Moncada, precandidata presidencial por el movimiento M28 dentro de Libre. Poco después, anunció su intención de competir por la Alcaldía de San Pedro Sula como representante del mismo movimiento. No obstante, el panorama político cambió drásticamente en diciembre, cuando Pastor presentó su renuncia a la precandidatura en el M28. Según explicó, no existían las condiciones necesarias para consolidar una alianza que fortaleciera su proyecto dentro de esta corriente.
Tras abandonar el M28, Pastor se unió al movimiento Pueblo Organizado en Resistencia (POR), que buscaba representar una coalición más amplia de fuerzas dentro de Libre. Sin embargo, su inscripción como precandidato fue rechazada el pasado 17 de diciembre por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
De acuerdo con el CNE, la negativa respondió a una solicitud formal del coordinador nacional del POR, quien pidió excluir la posibilidad de reemplazar candidatos en la fórmula de San Pedro Sula. Esta decisión dejó a Pastor sin opciones de participar en las elecciones internas del partido.
Pastor ha expresado su desacuerdo con la resolución del CNE, afirmando que se han vulnerado sus derechos políticos y que mantiene su aspiración a la Alcaldía. Además, hizo un llamado al diálogo dentro de Libre para evitar mayores divisiones y respetar la voluntad de las bases.
Mientras tanto, la situación ha generado tensiones significativas dentro de Libre, con señalamientos de “canibalismo político” entre las diferentes corrientes del partido. Líderes y militantes han señalado que estas disputas podrían debilitar al partido de cara a las elecciones generales de 2025, afectando su cohesión y capacidad de movilización.
La exclusión de Rodolfo Pastor de la contienda municipal en San Pedro Sula pone de manifiesto las dificultades que enfrenta Libre para gestionar las disputas internas. El partido, que llegó al poder con un mensaje de unidad y cambio, ahora enfrenta el reto de mantener su credibilidad y consolidar su liderazgo en un escenario político cada vez más competitivo.
Pastor, por su parte, sigue apostando por la construcción de consensos y ha reiterado su compromiso con los principios del partido. Sin embargo, su exclusión plantea interrogantes sobre el futuro de su carrera política y el impacto de estas decisiones en el panorama electoral de Libre.
La historia de Rodolfo Pastor es un reflejo de los desafíos que enfrentan los partidos políticos en Honduras, donde las luchas internas, las decisiones polémicas y las dinámicas de poder influyen profundamente en la configuración del liderazgo político del país.