Un reciente informe de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) reveló una realidad preocupante que otras instituciones, como el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), han venido denunciando: el incremento de la violencia política en el país. Este fenómeno afecta especialmente a las mujeres y ha dejado víctimas en distintos puntos del territorio nacional.
El proceso electoral de 2025 está marcado por un alarmante aumento en la violencia política. Según el informe del Observatorio de las Elecciones de la UNAH, al menos 24 hondureños han sido víctimas de hechos violentos relacionados con el ambiente electoral. La socióloga e investigadora Yajaira Padilla explicó que, de estos 24 casos, 15 corresponden a hombres y 9 a mujeres. La violencia ha impactado especialmente en la zona centro y norte del país, afectando a nueve de los 18 departamentos de Honduras.
El informe detalla que, hasta febrero de 2025, se han registrado seis homicidios, de los cuales cuatro eran precandidatos a alcaldes. También se han identificado cuatro atentados, seis agresiones simbólicas, dos agresiones físicas, dos amenazas de muerte, tres intentos de coacción o intimidación y un caso de difamación. Estos hechos han encendido las alarmas sobre la falta de garantías para la seguridad de los actores políticos en el actual proceso electoral.
Las víctimas de estos hechos pertenecen a distintos partidos políticos: nueve son del partido Libertad y Refundación (Libre), nueve del Partido Liberal y seis del Partido Nacional. Los departamentos con casos registrados incluyen Colón, Valle, Comayagua, Francisco Morazán, Cortés, Copán, Lempira, Atlántida y Yoro. El primer incidente documentado fue el asesinato de un ambientalista, regidor y aspirante a la alcaldía de Tocoa, Colón. La víctima más reciente es un precandidato a la alcaldía de Morazán, Yoro, lo que evidencia que la violencia política no da tregua en el país.
El Área de Democracia del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAH, en el marco del proyecto de Observación de la Conflictividad y Violencia Política impulsado por la Facultad de Ciencias Sociales (FCCSS), ha señalado que la violencia política tiende a intensificarse conforme se acercan las elecciones. Los casos de amenazas, agresiones físicas, atentados y homicidios continúan en ascenso, generando un clima de temor e incertidumbre.
En este contexto de tensión, los candidatos han denunciado distintos tipos de ataques. La precandidata a diputada por Francisco Morazán, Saraí Espinal, expresó su indignación ante un acto de violencia simbólica que sufrió recientemente.
«Hoy me he encontrado con un acto de violencia indirecta hacia mi trabajo político: han arrancado mi publicidad. Esto no solo es una falta de respeto, sino una clara muestra del miedo que tienen a mi capacidad y profesionalismo. Saben que, con esfuerzo y dedicación, me convertiré en una piedra en el zapato para aquellos que intentan detener mi crecimiento. No me van a frenar”, declaró Espinal.
Ante esta situación, la UNAH continúa con su labor de monitoreo y documentación de la violencia política en el país. Su objetivo es proporcionar información clave a las autoridades, partidos políticos y la ciudadanía para visibilizar esta problemática y generar recomendaciones que permitan abordar el fenómeno de manera efectiva. La creciente inseguridad en el ámbito electoral representa un desafío para el fortalecimiento democrático en Honduras, por lo que urge la implementación de medidas que garanticen un proceso electoral libre de violencia y con plenas garantías para todos los participantes.