El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que su país busca mantener una relación de cooperación con China y no perjudicarla, en medio de crecientes tensiones comerciales entre ambas potencias.
En un mensaje publicado en su red social Truth Social, Trump señaló que el presidente chino, Xi Jinping, “ha pasado un mal momento” y destacó que ambos países desean evitar un impacto económico negativo. “Estados Unidos quiere ayudar a China, no dañarla”, afirmó.
Las declaraciones del mandatario estadounidense se producen tras las críticas del Ministerio de Comercio chino, que acusó a Washington de obstaculizar el diálogo comercial bilateral. Un portavoz de esa cartera consideró que las amenazas de elevar los aranceles no son la forma adecuada de relacionarse con China.
El gobierno de Pekín ha adoptado contramedidas, incluyendo restricciones a la exportación de tierras raras y productos relacionados con su procesamiento, que, según las autoridades, son acciones defensivas necesarias para proteger los intereses de sus empresas e industrias.
China instó a Estados Unidos a corregir su rumbo y retomar el diálogo y las consultas, advirtiendo que, de persistir la postura de Washington, adoptará medidas decididas para salvaguardar sus derechos.
Analistas internacionales señalan que este intercambio de declaraciones refleja la complejidad de la relación económica entre ambas potencias, donde intereses estratégicos y comerciales se entrelazan, aumentando la presión para encontrar una solución negociada que evite una escalada de conflictos.
