El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda contra la ciudad de Nueva York y varios de sus funcionarios, incluyendo al alcalde Eric Adams, por impedir el cumplimiento de la ley federal migratoria a través de sus políticas conocidas como “ciudad santuario”.
La demanda, registrada ante el Tribunal Federal en Brooklyn, sostiene que las normativas locales restringen la colaboración entre las autoridades municipales y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Esto, según el gobierno, vulnera la cláusula de supremacía constitucional que otorga primacía a las leyes federales sobre las estatales y locales.
Entre las principales objeciones, el gobierno señala que las cárceles de la ciudad no notifican a ICE sobre la liberación de inmigrantes con antecedentes criminales a menos que exista una orden judicial, lo que ha derivado en la liberación de personas con historial delictivo y el consiguiente riesgo para la seguridad pública.
Esta acción legal se enmarca en una ofensiva más amplia de la administración federal para contrarrestar las políticas de ciudades santuario en todo el país, las cuales, argumenta, dificultan la deportación de inmigrantes que han cometido delitos graves.
En respuesta, la oficina del alcalde Adams manifestó su compromiso con la seguridad de todos los neoyorquinos, independientemente de su estatus migratorio, y señaló que se revisan las políticas actuales para asegurar que no comprometan la protección ciudadana.
Este litigio refleja la creciente tensión entre gobiernos locales que defienden la autonomía en políticas migratorias y el gobierno federal que busca reforzar el control y la aplicación de sus leyes en todo el territorio nacional.