El FC Barcelona y el Inter de Milán disputan este martes en el estadio Giuseppe Meazza el partido de vuelta de las semifinales de la UEFA Champions League. Con el empate 3-3 de la ida aún reciente, ambos equipos llegan con todo en juego y la ambición de alcanzar la gran final del torneo, que este año se disputará el 31 de mayo en Múnich.
Para el conjunto azulgrana, el encuentro representa la posibilidad de regresar a una final de Champions diez años después de la última, conquistada en Berlín. El desafío es alto. San Siro no ha sido un terreno fácil para el Barça, que acumula un historial irregular en ese escenario. Además, el equipo deberá mostrar mayor consistencia defensiva respecto al primer encuentro, donde el Inter castigó con efectividad cada desajuste, especialmente en acciones a balón parado.
Por su parte, el equipo de Simone Inzaghi llega con la experiencia de haber alcanzado la final de la Champions en 2023 y con la confianza de haber gestionado con inteligencia la ida en Barcelona. El Inter ha demostrado solidez táctica y una gran capacidad de adaptación, lo que lo convierte en un rival especialmente peligroso en este tipo de instancias.
Ambos equipos dosificaron a sus jugadores en sus respectivos compromisos de liga durante el fin de semana, reservando energías para este encuentro decisivo. Lo que ocurra en Milán no solo definirá al segundo finalista de esta edición de la Champions, sino que también puede marcar el rumbo del futuro inmediato para dos proyectos deportivos que aspiran a recuperar su lugar entre los grandes del continente.
Ambos clubes sueñan con regresar a una final de Champions, el Barcelona no pisa una desde 2015, mientras que el Inter busca repetir presencia tras la final perdida en 2023 ante el Manchester City. El ganador se enfrentará al vencedor del duelo entre el PSG y el Arsenal.