Por: José Zelaya
ELLOS
La abuela me los mostró en un libro. Algunos, saltan de viga en viga. Otros, se ríen sin parar. Por las noches me susurran al oído cosas que no comprendo. Cuando los vi por primera vez, eran cincuenta. Pero ahora calculo que son doscientos. No tengo idea de cómo caben en ese lugar tan pequeño y estrecho. Desde que aparecieron no he logrado conciliar el sueño. Mis ojeras delatan el fastidio en el que se han vuelto. Todo está por terminar, me han tomado con fuerza y han cerrado la puerta para nunca más abrirla.
Infamia (El Taller Blanco Ediciones, Colombia, 2024)
UN CAMBIO JUSTO Y NECESARIO
En su infancia, fue aprendiz de carpintería. Se propuso a renovar el aspecto antiguo de la sala. Trabajó durante meses, días y horas en el taller del patio. Sus vecinos se quejaban de los chillidos y golpes producidos. Uno de ellos, lo vio abrir la puerta con su camiseta manchada de sangre. También, percibió el asqueroso olor que llegó hasta su ventana. Pero no se atrevió a reclamarle. Chad cumplió su objetivo. Ahora admiraba la elegancia y suavidad de sus nuevos muebles, contextura que por naturaleza tiene la piel humana.
Infamia (El Taller Blanco Ediciones, Colombia, 2024)
SILENCIO
A diario se ve a una niña jugar con dos muñecos tres veces de su tamaño. Nadie se atreve a hablarle. Los últimos que lo hicieron, fueron sus padres, quienes ahora comparten esa pequeña mesa junto a ella.
Infamia (El Taller Blanco Ediciones, Colombia, 2024)
EL HUÉSPED
Sacó del estante el libro más polvoriento, tenía un aspecto antiguo. Lo abrió. Se dirigió al índice y fue a la página cuatrocientos treinta y cinco, un ser desconocido saltó de ella. Se fue acercando a él, comprendió que era inofensivo, este le preguntó si podía quedarse en su casa por unos días, debía cumplir la misión que le había sido encomendada con el propósito de evitar una maldición. El hombre aceptó y a los pocos minutos llamó a sus seis hijos para presentar al nuevo huésped. Al cabo de una semana, Florencio salió a comprar unos víveres para cocinar el almuerzo. Se despidió de todos, volvería pronto. Al regresar, vio con temor como aquella silueta humana alojada en la sala principal, devoraba la carne de cada uno de los niños y limpiaba su boca con la servilleta en el sillón.
Intromisiones Salvajes (Malpaso Ediciones, 2022)
AL AZAR
La ciudad decretó una sobrepoblación en el último año. Las reglas debían seguirse al pie de la letra. Cada persona tenía un número tatuado en su espalda. Durante la noche, todo comenzaba. Sentados en el sillón, veíamos en la televisión una esfera donde flotaban pequeñas bolitas. Cuando la máquina paraba, un conjunto de números se formaba en la pantalla. Esto anunciaba quien iba a morir en ese mismo instante. Lamentablemente le tocó a mi tía. Pasaron diez minutos y unos militares rompieron la puerta. La sacaron del pelo llevándola fuera del edificio. Nosotros observábamos desde la ventana como la ataron a un árbol y apuntaban a su garganta con una ballesta. Desde entonces, preferimos poner una cortina para no recordar sus pies colgando en aquel lugar.
Voraces (Editorial La Chifurnia, El Salvador, 2022)
INSTRUCCIONES PARA TORTURAR
Visualice la posición del cuerpo. Puede comenzar con los dientes, le llevará tiempo, pero será una obra maestra cuando acabe. También, es probable que la víctima grite, ignórela, nadie podrá escucharla. Vierta aceite caliente en el rostro para desfigurarlo, le aseguro que es muy divertido. Realizado lo anterior, dedique todo su empeño a cortar en pedazos la carne. Prosiga a guardarlos en recipientes según su tamaño y ubíquelos en el refrigerador. Al terminar, sírvase una taza de té y disfrute del noticiario donde revelarán el nombre de la persona que tuvo el placer de compartir espacio, con usted.
El Misterio de la caja (Editorial Eccos, 2021)
RECETA FAMILIAR
Áselos a 200 ºC alrededor de 45 minutos hasta que estén tostados y desprendan su característico aroma. Agregue vinagre, ajos y algas. Añada agua hasta la parte superior de la olla. Déjelos hervir durante unas horas. Cuando se hayan terminado de cocinar, fíltrelos a través de un colador de malla fina. Después de un rato, podrá servir a los miembros de la familia un exquisito platillo con los huesos de su esposo.
El Misterio de la caja (Editorial Eccos, 2021)
BIOGRAFIA
José Zelaya (Tegucigalpa, Honduras, 1998) Psicólogo y Máster en Recursos Humanos. Cursa una segunda maestría en Alta Gerencia de las Finanzas. Ha publicado los libros de microficción: El misterio de la caja (Editorial Eccos, 2021), Voraces (Editorial La Chifurnia, El Salvador, 2022), Intromisiones Salvajes (Ediciones Malpaso, 2022) e Infamia (El Taller Blanco Ediciones, Colombia, 2024). Compiló las antologías Ecos. Nuevas voces de la minificción centroamericana (Parafernalia Ediciones, Nicaragua, 2020), El baile del dinosaurio: Antología hondureña de minificción (en conjunto con Elisa Logan, 2021) y Antología de minificcionistas hondureñas (Editorial Tusca, Argentina, 2022). Textos suyos integran más de quince antologías de minificción. Entre ellas: Universos breves, compilada por el Instituto Cervantes, publicada en Brasil. Galardonador del Concurso de microrrelato “Dentro de la botella” (2018) por el Sistema Bibliotecario de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras; y el Concurso de microrrelato “Días de resguardo” (2020), por el Centro Cultural de España en Tegucigalpa. Es organizador del I Encuentro Hondureño de minificción junto a Elisa Logan y fundador de la primera editorial digital hondureña de minificción en compañía del escritor Ricardo Álvarez Moncada.