La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), arrancó el año académico 2025 con cifras históricas de matrícula, alcanzando más de 70 mil estudiantes entre grados, maestrías y doctorados. Sin embargo, este inicio prometedor se ve ensombrecido por la incertidumbre sobre la asignación presupuestaria, la deuda acumulada por la Secretaría de Finanzas, y el incumplimiento del 6% constitucional asignado por ley a la institución.
De acuerdo con las autoridades universitarias, la Secretaría de Finanzas adeuda 615 millones de lempiras correspondientes al presupuesto de 2024. Este retraso, sumado a la falta de claridad en la aprobación del Presupuesto General de la República para 2025, amenaza con frenar proyectos esenciales como la construcción de aulas en los campus de El Paraíso y Comayagua, mejoras al sistema eléctrico, y la adquisición de tecnología educativa.
El rector de la UNAH, Odir Fernández, destacó que la situación presupuestaria no solo pone en riesgo la infraestructura y las actividades académicas, sino también la estabilidad laboral de los docentes y el acceso educativo de miles de estudiantes. “Este no es un problema que podamos resolver solos. Necesitamos el respaldo de estudiantes, docentes, personal administrativo y de servicio para exigir el cumplimiento de la asignación presupuestaria”, afirmó.
Fernández advirtió que, de persistir el incumplimiento del 6% constitucional, la universidad no descartará emprender acciones legales contra el Estado. Asimismo, manifestó su apoyo a cualquier iniciativa promovida desde la comunidad universitaria para exigir los recursos necesarios.
A pesar de las dificultades, la UNAH ha logrado importantes avances en los últimos años. Durante 2024, se entregaron más de 10 mil profesionales al país, se repararon edificios, se distribuyeron más de 6 mil pupitres y 2,100 computadoras, y se equiparon laboratorios y plantas de innovación en Choluteca, Yoro y Comayagua.
Para 2025, la UNAH proyecta ambiciosos planes, entre ellos la construcción del edificio “Lucem Aspicio”, la ampliación de la oferta académica con nuevos programas técnicos y de posgrado, y el reacondicionamiento de espacios clave en los distintos campus. Sin embargo, todos estos esfuerzos dependen de la disponibilidad de los recursos financieros.
“La falta de presupuesto no solo retrasa el desarrollo académico, sino que también limita las oportunidades de miles de jóvenes en situación de pobreza que ven en la UNAH su principal esperanza de superación”, enfatizó Fernández.
Con este panorama, la máxima casa de estudios se enfrenta a un año desafiante, en el que el compromiso de su comunidad y el respaldo de las autoridades gubernamentales serán cruciales para garantizar el cumplimiento de su misión educativa y el desarrollo del país.