El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió el indulto otorgado al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, destacando que la decisión le genera satisfacción y que, a su criterio, el exmandatario fue sometido a una persecución política por parte del Gobierno de Joe Biden. Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, insistió en que la condena de Hernández respondió a motivaciones injustas.
«Él era el presidente, y en su país se vendían drogas. Y como era presidente, lo persiguieron. Fue una horrible cacería de brujas de Biden, y mucha gente en Honduras me pidió que lo hiciera, y lo hice. Me siento muy bien por ello», dijo Trump, al justificar su intervención en el caso. Agregó que «si hay narcotraficantes en un país, no necesariamente hay que poner al presidente en la cárcel por 45 años. Esa fue una cacería de brujas impulsada por Biden».
Hernández, quien gobernó Honduras entre 2014 y 2022, fue extraditado a Estados Unidos en abril de 2022 y condenado dos años después a 45 años de prisión por delitos de narcotráfico y armas, además de cinco años de libertad vigilada y una multa de ocho millones de dólares. Fue liberado el 1 de diciembre de la prisión federal de Hazelton, en Pensilvania, aunque hasta ahora no se han proporcionado detalles sobre su paradero.
Previo al indulto, Hernández envió una carta a Trump en la que solicitaba el perdón presidencial, destacando la relación de cooperación que mantuvieron durante el primer mandato del republicano. La decisión de Trump también coincidió con el clima electoral hondureño, luego de que manifestara públicamente su apoyo al candidato conservador Nasry «Tito» Asfura, quien continúa en una contienda ajustada con Salvador Nasralla.
El caso continúa generando reacciones en Honduras y Estados Unidos, mientras analistas y sectores políticos evalúan el impacto del indulto en la relación bilateral y en el panorama interno hondureño, marcado por un proceso electoral aún en disputa.

