El gobierno de Estados Unidos emitió una fuerte advertencia sobre el proceso electoral que se celebrará en Honduras el 30 de noviembre, asegurando que responderá con “rapidez y firmeza” ante cualquier intento de alterar la transparencia de los comicios.
El subsecretario de Estado, Christopher Landau, señaló que Washington observa con atención la situación política hondureña y respalda las preocupaciones manifestadas por la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre el desarrollo del proceso. “Instamos a las autoridades electorales, judiciales y militares a cumplir estrictamente la Constitución y las leyes del país”, expresó.
El pronunciamiento de Landau se da en medio de un clima electoral tenso, marcado por denuncias de fraude, acusaciones cruzadas entre los principales partidos y presiones hacia magistrados y consejeros de los órganos electorales.
Recientemente, el fiscal general Johel Zelaya presentó un requerimiento fiscal contra dos magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), mientras una consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE) fue acusada de conspiración, lo que ha generado inquietud sobre la independencia de las instituciones.
Más de seis millones de ciudadanos están habilitados para votar en estas elecciones generales, consideradas un punto de inflexión para el rumbo democrático del país, en las que se elegirán presidente, tres designados presidenciales, 298 alcaldes y diputados al Congreso Nacional y al Parlamento Centroamericano.
La advertencia de Washington refuerza el llamado de la comunidad internacional a garantizar un proceso electoral transparente y en paz, ante el temor de que cualquier intento de manipulación política o institucional provoque una nueva crisis en Honduras.

