A pesar de contar con ventajas competitivas como ubicación estratégica, recursos naturales y acceso a tratados comerciales internacionales, Honduras enfrenta un panorama poco alentador para la atracción de capital extranjero. Un reciente informe del Gobierno de Estados Unidos advierte que la corrupción y la falta de certeza jurídica continúan minando la confianza de los inversionistas.
El documento subraya que la estabilidad macroeconómica del país y los avances en los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) contrastan con un entorno de negocios debilitado por la inseguridad, los altos costos de la energía, deficiencias en infraestructura y un bajo nivel educativo de la fuerza laboral.
La relación entre el sector privado y la administración gubernamental también genera inquietud. Mientras algunos funcionarios reconocen la necesidad de estimular la inversión, otros dentro del oficialismo mantienen posturas críticas hacia los empresarios, lo que incrementa la percepción de riesgo.
El informe recuerda decisiones recientes que han despertado dudas en el ámbito internacional, entre ellas la derogación de la Ley de Empleo por Hora, la nueva legislación en materia energética con facultades de expropiación y la salida de Honduras del CIADI. Asimismo, la anulación de las ZEDE en 2024 reforzó la sensación de inestabilidad jurídica.
De cara a las elecciones generales de 2025, la incertidumbre política se suma a estos factores, provocando que muchos inversionistas prefieran posponer proyectos o limitar su expansión en el país.
En paralelo, Honduras mantiene abiertos diversos tratados de inversión y libre comercio con Estados Unidos, la Unión Europea, países de América Latina y Asia, además de negociar actualmente un acuerdo comercial con China que podría abrir nuevas oportunidades, siempre que se garantice un marco legal confiable.