Luego de las denuncias por el rechazo de un préstamo de 39 millones de euros —unos 1,126 millones de lempiras— facilitado por el Gobierno francés a Honduras para construir y equipar dos quirófanos para trasplantes renales en Tegucigalpa y San Pedro Sula, la titular de la Secretaría de Salud, Carla Paredes, se ha pronunciado al respecto para esclarecer el escándalo, denunciado incluso por diplomáticos franceses.
De acuerdo con declaraciones de Paredes, la Embajada de Francia intentó imponer la empresa que ejecutaría el proyecto de instalación de los dos quirófanos, y esta no estaba a la altura de las necesidades del país.
Aseveró que el Gobierno francés insistió en que fuera dicha empresa —designada desde París— la que ejecutara el proyecto de habilitación de los quirófanos para trasplantes renales en los hospitales públicos de Tegucigalpa y San Pedro Sula.
Puntualizó que el proyecto de los quirófanos se financiaría con un préstamo concesional de Francia por un monto de 34 millones de euros, y que existía un segundo crédito para la capacitación del personal, para un total de 74 millones de euros. Fue en ese momento cuando solicitó el cambio de empresa, pero le respondieron que solo con esa podían trabajar.
Es una empresa que no está a la altura. Nunca estuvo a la altura de los requerimientos ni de las exigencias de esta Secretaría para garantizar un proyecto que no fuera un elefante blanco para el país. No iba a generar un producto que respondiera a las necesidades del pueblo”.
Subrayó que el proyecto de los quirófanos continúa ahora con recursos propios y con el apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS, por sus siglas en inglés), y se mostró esperanzada en que los mismos se concluirán.
