La renuncia del general de brigada Ramiro Muñoz a las Fuerzas Armadas de Honduras continúa generando interrogantes, especialmente tras conocerse que el oficial se encuentra actualmente en Estados Unidos.
La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, vinculó su retiro con el trabajo que desarrolló en el sistema penitenciario, donde documentó situaciones sensibles.
“Hizo un trabajo, documentó muchas cosas, empezó a tocar intereses. Al tocar esos intereses, Muñoz salió. Ahora Muñoz es puesto en una situación de dificultad, ya empiezan a amenazarlo, esas acciones son típicas, pero ese hombre es estudiado”, expresó.
Por su parte, el director de la Asociación por una Sociedad más Justa (ASJ), Carlos Hernández, confirmó que el oficial se encuentra en territorio estadounidense.
“Entiendo que él está en Estados Unidos, sería el segundo alto militar que está en Estados Unidos, la interrogante sería bajo qué condiciones y por qué en Estados Unidos”, declaró.
Hernández señaló que la salida del general no resulta “regular”, ya que estaba próximo a culminar su carrera dentro de la institución armada. También instó a Muñoz a entregar cualquier información relevante que posea, pues considera que “generará beneficio a una población que ha sido víctima del crimen organizado y narcotráfico”.
El coronel Erwin Lara Franco, director de Relaciones Públicas de las Fuerzas Armadas, aseguró que el retiro fue solicitado directamente por el oficial y que los trámites administrativos ya están en curso. Según la versión oficial, la separación responde a “razones médicas” y no a una purga interna. “Es una decisión propia y pasa a la situación honrosa de retiro”, precisó.
Muñoz, quien en su momento dirigió el Instituto Nacional Penitenciario (INP), habría rechazado posteriormente una designación como agregado militar en Nicaragua. Su experiencia al frente de las cárceles le permitió conocer de cerca la operación del crimen organizado en el país, lo que para analistas pudo haber incidido en las tensiones alrededor de su figura.
La salida de uno de los oficiales más visibles de los últimos años se produce en un contexto en que las Fuerzas Armadas han sido cuestionadas por su papel en la logística de las elecciones primarias del 9 de marzo, hecho que, según expertos, ha debilitado la credibilidad de la institución.