El exfiscal general de Honduras, Edmundo Orellana, emitió una advertencia contundente sobre la responsabilidad de la presidencia del Consejo Nacional Electoral (CNE) de frente a posibles intentos de sabotaje que podrían comprometer la integridad de las elecciones.
Orellana recordó un episodio crítico ocurrido el 9 de marzo, cuando la distribución del material electoral sufrió retrasos, un hecho que calificó como un “atentado contra la democracia”. Señaló que la negación de estas irregularidades por parte de autoridades previas pone en riesgo la transparencia del proceso.
El exfiscal destacó que la nueva presidenta del CNE, Ana Paola Hall, enfrenta la tarea de prevenir que estas irregularidades se repitan. En sus palabras:
“¿Se repetirá este crimen contra la democracia? No castigarlo es una invitación a que se repita. Quien inicia la presidencia del CNE ya no puede ser sorprendida porque conoce el torpe modus operandi de esos criminales. Evitar que se repita es su responsabilidad”.
Para Orellana, garantizar la transparencia electoral requiere no solo identificar irregularidades pasadas, sino anticiparse a nuevos intentos de sabotaje. Subrayó que el conocimiento de los métodos utilizados por los responsables de estas acciones debe convertirse en una herramienta clave de vigilancia y control.
El exfiscal finalizó su pronunciamiento señalando que la vigilancia constante y la acción proactiva son fundamentales para proteger la legitimidad del sistema electoral y asegurar la confianza de los ciudadanos en el proceso. Según Orellana, el CNE tiene ahora la oportunidad de actuar con determinación para prevenir que prácticas criminales afecten la democracia hondureña.
