El Banco Central de Honduras (BCH) reportó que la captación de divisas por concepto de remesas familiares para el inicio del mes de septiembre de este año ya supera los 8,100 millones de dólares, superando en 1,600 millones a la cifra registrada en 2024 y cerca de 2,000 millones más que en 2023 durante el mismo período.
Este incremento significativo refleja la importancia de las remesas como fuente de ingresos para el país, consolidándose como uno de los pilares del flujo de divisas en la economía hondureña.
No obstante, algunos economistas advierten que este aumento podría estar relacionado con la incertidumbre que enfrentan los migrantes hondureños en Estados Unidos, principalmente por las deportaciones masivas y la reciente cancelación del TPS (Estatus de Protección Temporal).
La economista Amparo Canales explicó que este comportamiento responde a la necesidad de los migrantes de asegurar sus recursos ante la pérdida de su estatus legal:
“Creo que este es un efecto de la preocupación y la necesidad de asegurar sus recursos de nuestros compatriotas en el exterior, porque al haber finalizado el TPS pierden ese estatus legal”.
Según el BCH, si esta tendencia se mantiene durante el resto del año, el incremento proyectado de las remesas podría superar el 25% anual, lo que marcaría un récord histórico en comparación con años anteriores.
De mantenerse este ritmo, la captación de remesas al finalizar 2025 podría superar ampliamente los niveles registrados en 2024, consolidando su papel como un componente clave de la economía nacional y un apoyo fundamental para miles de familias hondureñas.